2º NÚMERO DE LA REVISTA LITERARIA
2º NÚMERO DE LA REVISTA LITERARIA
MENSUAL DIGITAL
NEVANDO EN LA GUINEA
Nº XLVI de la 2ª Etapa/ 01-08-2010
EDITORIAL XLVI
Fútbol, el espectáculo global
Si hay un fenómeno global en nuestros días, sin duda es el fútbol. Apenas algún rincón realmente aislado, muy contados ahora mismo en el mundo, escapan a la fascinación por este espectáculo transmitido por todos los medios. La literatura se ha acercado al mismo de un modo tímido hasta el momento, aunque qué duda cabe que este deporte posee rasgos a partir de los cuales se puede escribir buenos relatos. No obstante, es un fenómeno social de enorme alcance y con simbolismo profundo. Se ha convertido en el espectáculo por excelencia. Algunos miembros de esta revista hemos podido experimentarlo en algún viaje lejos de Europa, a algún lugar que creíamos al margen de los grandes eventos europeos, donde se nos explicaba a la perfección los componentes de la liga española de fútbol, una de las más apreciadas a tenor de la expectación que despierta.
Este último mes de Julio el Campeonato Mundial de Fútbol ha despertado furor. Millones de personas lo han contemplado por televisión, por internet o lo han escuchado por la radio. Se ha vibrado con los partidos y con las anécdotas que han rodeado a los equipos nacionales que han acudido a África del Sur. Por cierto, el continente africano ha acogido por primera vez un campeonato del mundo y el éxito ha sido absoluto, lo que para nosotros ya es de por sí un hecho importante: por fin se ha roto la tendencia a que todo lo que nos llega de África sean noticias terribles de hambrunas, crisis, violencia y desesperación. África ha mostrado una vez más que posee una realidad diferente a la que se impone en los medios de comunicación y que es capaz de organizar acontecimientos importantes con eficacia.
Los que disfrutan de este deporte han podido gozar del juego de los equipos presentes. Reconocemos que, aun cuando todos no somos aquí aficionados al llamado deporte rey, el fútbol puede ofrecer el atractivo de un juego en equipo donde cada uno de sus miembros ha de poner de su parte para que el equipo, de un modo coordinado, pueda ganar y en la mayoría de las veces impera las buenas formas, una caballerosidad que en ocasiones tiene algo de épico, toda una ética de compañerismo y esfuerzo.
No obstante, este deporte tampoco escapa a un sistema económico voraz que lo dosifica todo y hace que todo dependa finalmente de los beneficios y la rentabilidad, un sistema donde se prima el dinero, lo comercial. La ambición ha convertido el fútbol en una actividad agobiante, excesivamente presente en los medios de comunicación y que conlleva largas discusiones sobre cláusulas, primas, pagas, compras, ingresos por publicidad o por imagen y un largo etcétera. Hay quien utiliza el fútbol y todo lo que le rodea como palanca de una actividad económica o política. Lo hemos visto en España incluso ahora, cuando el presidente saliente del Fútbol Club Barcelona, uno de los equipos más alabados del planeta, se ha lanzado a la política activa una vez abandonada la presidencia.
La ambición y los gastos excesivos han provocado que se hayan montado un sinfín de ligas, copas, campeonatos, premios, encuentros, partidos amistosos y otros eventos, todo ello para aumentar los ingresos que genera la publicidad, hemos pasado de los fines de semana futboleros a tener uno o más partidos de fútbol todos los días de la semana, todos ellos televisados y debatidos, sus incidencias repetidas y examinadas una y mil veces en cientos de programas y medios escritos. Las altas primas que se pagan a jugadores y directivos, junto a un aumento de beneficios, pueden matar a la gallina de los huevos de oro. Sobre todo porque con ello acaba matando lo que debería importar más, el juego y las reglas modélicas que han de regir a los equipos, esa épica de la que hablábamos y que convierte este deporte en todo un acontecimiento social de enorme envergadura.
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MONÓLOGO SOBRE LOS FRÍOS MAPAS
(COSA DE CHARNEGOS)
Los mapas tienen la culpa de que los hombres
sean tan ciegos y tan miserables,
se marcan los hemisferios con líneas,
se lindan los límites de las ciudades oscuras,
se encuadran las constelaciones,
se pintan contornos en los aparcamientos,
se exilian las lágrimas en las comisuras,
se hacen furtivos los besos en el ombligo,
los aviones siguen un torpe cuadrante de instinto,
se desheredan a los hijos de la tierra
y todo esfuerzo es en vano, y todo para
que se coman la pulpa los gusanos del azar
y las moscas golosas que engordan su tragedia.
Ahora quieres la independencia.
Antes no te importaba pertenecer
a España, a esta cruel España; sí, antes no,
antes cuando aquel antepasado tuyo
vivía con la conciencia tranquila
siendo negrero en una plantación de azúcar de caña
en Camagüey, y comulgaba con látigo
y espuela, y comulgaba con negros en el establo.
Se olvidan demasiado que el hombre
es hombre y nada más.
Cuando en l.921 gozaba tu familia reputada
de un negocio textil floreciente en Terrassa,
todo se fue al garete cuando los nacionales entraron.
¿Y tanto esfuerzo para qué?
Tus familiares que eran burgueses de Liceo
y casino-club, de domingo con cura presidiendo su mesa.
Todo bajo el servicio de una moza de cría andaluza,
de un chofer murciano, de un masovero extremeño,
de un maestro gallego, de un guarda-jurado asturiano,
y tú, dependiente de todos y patrón de todos ellos,
no preguntaron sobre raigambre alguna
cuando al lado de sus sepulturas floreció la trufa dormida,
pues la misma tierra que a ellos les cubre
a ti te cubrirá la mortaja,
tierra inocente y catalana, inútiles serán tus consignas,
inútiles serán ya las plegarias,
aquellas que en vida no se dieron
y que muertos ya para nada servirán.
¿Y todo esfuerzo tan inmenso para qué?
Tierra que ha de sellar los ojos cerrados para siempre
con el silencio de la piedra que ahoga a la tierra,
Tierra por la que pelean los hombres
con sus manos cansadas, Tierra que han de pisar los pies
que no conocen aurora abierta ni los yermos reposos.
Ni tú, ni yo conocemos el palo diestro de patrón,
ni el ayuno matutino, ni el trabajo en la niñez,
ni el abuso del señorito, ni lo que es pasar necesidad.
¿Y tanto esfuerzo para qué?
¿De qué alegría orgullosos podremos presumir?
Ahora quieres la independencia.
Malditas sean las lindes y las fronteras,
los metros cuadrados y los páramos dóciles,
el alambre de espino, y las custodias con plomo,
los gritos que preceden a las guerras consentidas,
malditos sean los distinguidos apellidos
y los antiguos blasones,
las familias que de viejas bostezan su orgullo,
las banderas con su símbolo incierto,
y la historia que es una medio verdad ignorada.
Quizá puede que agradezcan a las patrias la vocación
de ser muchas veces una puta, una puta utilizada,
donde amasan su patrimonio todos aquellos
que creen en una causa sin tregua
y en la interesada ley del mínimo esfuerzo,
y quizá, esa llaga sesgada, ese sudor del cual se burlan,
quizá se lo deban
a la negrura de mujeres de luto que corren apresuradas
a refugiarse de un bombardeo,
a la calamidad de huérfanos de patria
que emigran desde el sur hacia un norte de tierra llovida,
al reproche enemigo de esa triste España
que llora sus muertos entre las dos mitades que llegaron tarde,
España tuya, España tuya, España tuya,
y de la que tú ahora reniegas. Tú, como un hijo pródigo
que en pos de un egoísmo generacional,
reniegas de una Vieja Castilla que asume muralla en el aire.
¿Y tanto esfuerzo desde antaño para qué?
¿Quién nos velará en la noche cuando nos digan
que ya no nos necesitan?
¿En qué desguace agonizan los trenes
que un día nos trajeron?
¿Y tanto esfuerzo para adónde? ¿Para adónde?
Tu grito de independencia es exigencia
de que otro negocio resurja desde la barbarie.
Vida holgada y acomodada del independentista.
Exige otro negocio de ella, prostitúyela,
y olvídate de los que patria no conocen,
por que se la dejaron toda en la tuya.
Exige y olvídate. Exige y olvídate.
Olvídate de negros esclavos, olvídate de banca-rotas,
olvídate de fusilados, olvídate de damas de cría,
olvídate de las raíces desnudas, de las cosechas que se pudren,
olvídate de los maceteros rotos,
y de los árboles arrancados por la tramontana,
olvídate de Españas y de Castillas,
de los que en tu patria se dejaron la carne,
olvídate, ya que el olvido es un pasado con recuerdos vacíos,
sin nada de lo que avergonzarse todavía,
sin nada de qué lamentarse en un futuro.
Y ése no sé si será tu caso, amigo mío. Olvídate.
Por Cecilio Olivero Muñoz
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El Empleado Modélico
Treinta años, se dice rápido, treinta años que te pasaste aportando siempre lo mismo: puntualidad, disponibilidad, atención, profesionalidad, nunca un error ni una incidencia, nunca nada que se te pudiera reprochar, ni tampoco pediste nada, en ningún momento, nada en absoluto, ni una subida más allá de lo contemplado, ni siquiera un favor. Eras, y así te lo habían dicho más de una vez, un empleado modélico, te ponían como ejemplo y te alegraba, te llenaba de orgullo porque tú habías puesto de tu parte para cumplir, habías incluso sacrificado tu vida misma, tu vida privada por ejemplo, en beneficio de tu trabajo. Sólo había que verte, pulcro, te preparabas dos horas antes de la hora de entrada, llevabas una vida ordenada, nada fuera de control, cinco minutos antes salías del café junto al edificio, subías y justo a las ocho, ni un minuto antes ni uno después, te sentabas a tu mesa y te ponías a tus papeles. Nada te despistaba, ni siquiera esperabas una llamada inoportuna porque lo dabas todo para la empresa y preferiste incluso tu soltería, ya me satisface mi trabajo, pensarías sin duda si es que tomaste de un modo consciente la decisión de mantenerte soltero en beneficio de tu empleo, para que nada, de este modo, ni preocupaciones ni angustias, pudiera entorpecer tu labor cotidiana y poder aportar así lo mejor de ti mismo. Incluso cuando decidieron colocarte el ordenador te reciclaste con corrección y no poco esmero y diligencia para entender los mecanismos del aparato, que a ti te pilló tarde esto de las nuevas tecnologías.
Amable y educado, nadie escuchó de ti una palabra más alta que otra, un grito, un comentario fuera de tono, un desplante. Hombre más discreto no lo hay ni lo habrá, se decía no sin exageración.
Pero de pronto te lo soltaron tal cual: las necesidades del trabajo, la nueva organización de la empresa. Cuando te llamaron esperaste un reconocimiento, el anuncio de un premio, de una mención especial, treinta años como empleado perfecto, se dice fácil, pero se logra con tesón y disciplina, por fin me ascienden, pensaste mientras subías a la tercera planta, por fin lo reconocían, ya habían tardado lo suyo, ciertamente, aunque no dijiste nada, nunca, seguiste cumpliendo con tu labor, sea cual fuera la actitud de tus superiores, lo importante es la conciencia, la tuya, siempre limpia, te repetías una y mil veces, pero ahora tenías para ti que ahora llegaba tu momento.
– ¿Cómo dice? -Preguntaste aturdido.
– Lo siento.
Descenso de categoría y de sueldo. La alternativa era una jubilación anticipada porque las cosas no iban bien.
– Espero que lo considere. -le dijo el señor Lapuig, casi en un tono como si le perdonara la vida, o de este modo lo entendiste- Cualquiera de las dos opciones nos parecerá correcta, usted decide.
Te levantaste porque tu interlocutor se mantuvo callado, dejando claro que la conversación había terminado. Incluso se puso a mirar unos papeles antes de que te movieras de tu silla, como si ya diera por hecho que no ibas a decir nada, que ibas a permanecer callado, como siempre lo estuviste, como de hecho te quedaste, ciertamente, y te levantaste, en efecto, y apenas murmuraste un buenas tardes, tímido, un tanto timorato, apenas perceptible. Bajaste a tu planta, regresaste a tu mesa y te pusiste a trabajar, como siempre, como si nada hubiera sucedido, como si tu interior no bullera como una olla a punto de estallar. Nadie vio en ti nada que llamara la atención, ni siquiera notaron una mayor palidez o un rictus de molestia, de desagrado o de angustia. Claro que quien se fijase lo hubiera detectado, había un cierto cambio en la mirada, los ojos enrojecidos, una cierta expresión como de enfado o de humillación, aunque con toda probabilidad difícil de reconocer por todos porque en treinta años nunca te enfadaste o no lo expresaste de un modo evidente.
En un momento en que elevaste la mirada de tus papeles, quién sabe si con el ánimo de buscar un alivio fuera de tu mesa, viste al director general. Pasaba por el pasillo, se detuvo a saludar a un consejero. Sonreían amables, tranquilos, la vida sigue, parecían indicar con total descaro, la vida sigue a pesar de tus treinta años y la decisión de reducirte el empleo o echarte a la calle para que jugaras a la petanca con la misma diligencia con que habías trabajado hasta ese momento.
No sabemos qué mecanismo se desencadenó dentro de ti. Te levantaste con el libro de registros sujeto entre las manos y de pronto se lo lanzaste al director general, directo a su distinguida cabeza, acertaste de lleno, se hizo un silencio áspero, tremendo, como si el tiempo se detuviera en ese instante o el mundo se acabara de pronto, el libro se cayó al suelo mientras en la frente del director general se abría una brecha de la que brotaba la sangre a borbotones. El consejero, aterrado, agarró a su superior con rapidez para sacarlo de la sala al tiempo que dos o tres empleados, desconcertados, no menos espantados, te sujetaron con fuerza e impidieron que siguieras lanzando cualquier de los objetos que tenías a mano sobre tu mesa, que no eran pocos.
Juan A. Herrero Díez
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DAMOS PASO A LA PUBLICIDAD
Ayuno y saciedad con las que soñar de nuevo,
sociedad de consumo, capitalismo salvaje,
magia de plástico para nuestras comodidades
y capricho eléctrico que se desnuda de nuevo,
espejo y escaparate que nos refleja del revés.
Tribuna visceral de todas las santidades,
pasarela de mentiras, todas consentidas;
te encuentro en cada anuncio televisivo,
te hallo en los anuncios de supermercado,
me pierdo en tu pelo
cuando veo un anuncio de champú,
busco nuestro temido porqué
en el eslogan más original.
En las galletas María recuerdo tu ahorro,
pues comprabas blancas marcas
que se parecían pero dejaban mucho qué desear;
en la margarina Tulipán veo tu desayuno,
tu célibe desayuno, tu migado ayuno,
mi triste despertar;
en el arroz Nomen tu paella de domingo,
tu domingo, mi domingo, mi triste domingar;
en los anuncios de perfume
te recuerdo recién duchada y muy contenta,
eso, eso, tú contenta, yo contento, algo que contentar;
en el anuncio de Ariel está mi negrura,
pues el blanco de las sábanas
se confunde con lo oscuro de mi vida litigada,
mi negrura litigada, mis sábanas sin ti.
En los anuncios de lavavajillas pierdo el norte,
en el anuncio de conservas me pudro,
en el anuncio de Mastercard te me haces imposible,
te vuelvo a encontrar en el de Colacao,
pero exiges tu propio cielo
cuando vuelas tranquila en el anuncio de Iberia,
eso, eso, volar, buscar otro cielo, otro cielo
aunque sea gris;
frases rimadas que recordar en el futuro,
canciones pegadizas que se tararean sin remedio,
spot televisivo que pregona algún milagro,
te quiero desde mi televisión;
me rompe el corazón el anuncio de Durex,
también el de Duracell,
necesito de vida alcalina y sin descanso amar;
el anuncio de Vodafone me asemeja a ti,
pero renuncio a nuestro parecido
cuando veo el de Movistar insinuándome su tarifa plana.
Brillo de marcas y de proyectos con fundamento,
economía de mercado, libre mercado con celulitis,
trajes en el Corte Inglés
y corbatas de seda para ahorcar la infamia del individuo.
A voces te llamo cuando veo tu suerte
en los anuncios de confort y vida blanda,
vida fácil de tragar como la de los potitos Nutribén,
vida en pareja, familia feliz,
familia sonriente pero con una tiniebla escondida,
una mentira preciosa que nos invita al sueño dorado,
¡¡Miénteme con tus anuncios, caja tonta!!
Miénteme que quiero ser mentido una vez más.
Consumo el oropel de tus promesas
en las farmacias listas para sanar mi exterminio.
Sobremesa en el bienestar,
sociedad del bienestar, producto en el que estar,
mundo que rueda por que piedra que corre
no cría moho.
Te veo en el comercial más sincero
y dejas en el McDonalds mis esperanzas de volver;
te recuerdo conmigo mezclando bebidas espirituosas
con Coca-cola burbujeante, negra, y siempre igual,
la chispa de la vida unida al rugir de las tripas,
son una rutina y una simbiosis perfecta.
Como tú y yo cuando nos queríamos.
Preludio estupefacto en los envoltorios abiertos
y en las preguntas marchitas que nadie nos quiere contestar.
Por Cecilio Olivero Muñoz
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SELECCIÓN DE POEMAS
POR ENRIQUE GRACIA TRINIDAD
TOME EL TESTIGO QUIEN LO QUIERA
Era mi oficio despertar cansado, evitar que la sangre oxidara los bajos de las puertas. Cuidar de las esquinas donde el polvo convive con la araña.
Era mi oficio permitir que el aire se mantuviese respirable, aun teñido de sombra y de perfume amargo, de azafrán engañoso, de gritos de mujeres protestando por el aliento de la vida.
Maldito oficio este de contar los muertos que hacen cola en la augusta oficina del olvido, junto a las máquinas de la melancolía, que ya no tejen ni fabrican ruido.
Era mi oficio, sí, tarea innoble y dura, malpagada, repleta de rumor y de chocar de jarras de cerveza ya vacías. Trabajo miserable, cercano a las bisagras, siempre al lado de los embarcaderos solitarios, de los pueblos nocturnos que abandona la vida.
Un oficio sin causa necesaria, tan repleto de cáscaras vacías, de ceniza aún caliente y de quejidos, tan necesario y tan inútil, tan extraño.
Oficio indeseable, vecino de pendencias y alborotos, proclive a la masacre, residente en las cajas de zapatos donde el odio se anuda los cordones y aprisiona los sueños.
Era mi oficio. Era.
Ahora me alejo sin saber a dónde. He decidido renunciar. No puedo soportar esta carga por más tiempo.
Si el mundo que conozco se derrumba, no será por mi causa sino porque no es justo ni posible arrojar tanto peso sólo sobre unos hombros.
(De “Pentimento”)
***
VALE, AMICI
A Edu, que empieza a escribir
La poesía es la incómoda palabra.
No te engañes, poeta ¿qué pretendes?
¿que te perdonen lo que escribes?
¿que el lector, obligado a descubrir
en tu voz lo más hondo de su voz,
te lo agradezca?
No abrirá tus páginas,
no dejará que le inficione
tu lengua venenosa. Está prohibido
sacar los sentimientos a la calle,
esgrimir emociones,
modos distintos de mirar el mundo.
Ejerce tu pasión como un proscrito
que no eres otra cosa cuando escribes.
El mundo es más de lo que dicen, más
de lo que vemos, más de lo que quieren
que miremos. Es mucho más, lo sabes.
Di lo que tengas que decir y dilo
sin disculparte por hacerlo. Y vale.
(Del libro “Todo es papel”)
***
CONTRITIONEM PRAECEDIT SUPERBIA
A Juan Carlos Mestre
Desobediente, sí, desobediente.
Como la rama que se ha vestido ayer de verde joven sin que la primavera la convoque.
Como la catedral, con su santo de piedra que no es santo, sus dibujos ajenos a la fe de sus puertas y su temblor de suelo que destroza el silencio.
Como el deseo de venganza que se enfría más de lo necesario, menos que la ternura del olvido.
Como el armario donde nunca aparece el abrigo del pobre ni la caja de música, ni los viejos recuerdos que alguna vez tuvieron allí su rincón y su reino.
Como el nombre que olvidas cuando más lo precisas, y la canción que insiste en ser nuestra memoria.
Como las hojas que se han quedado aquí todo el invierno, orgullosas y tercas, y nunca respondieron a su cita de otoño.
Como las chimeneas que aún se yerguen pero ya para nido de pájaro y araña.
Como el libro que la humedad ha clausurado y tiene las palabras inservibles, borrosas, indigentes.
Como el amor, agazapado y torpe, que no quiere ni ser ni abandonarnos, o como la tristeza que se mancha de risa y nos engaña.
Como la muerte, díscola siempre y taciturna, que jamás se acercó cuando era necesaria y que habrá de llegar cuando no se la quiera.
Desobediente, sí, desobediente. La condición exacta de la vida.
(De “Pentimento”)
***
(Del libro “Tiempo de Apocalipsis”)
«…Venid, reuníos para el gran banquete, para que comáis carne de reyes, carne de tribunos y carne de valientes, carne de caballos y de sus jinetes, y carne de toda clase de gentes, libres y esclavos, pequeños y grandes…» (Apocalipsis, 19, 17-18)
III.
HAN DISPUESTO LA MESA,
comed hasta que el vino os devore los labios,
hasta que la ceniza sepa a carne,
hasta que del combate sólo queden
los despojos de azufre
que hacen yermos los campos.
Mil diademas coronan la cabeza de Fiel, (3)
y él es quien nos prepara la mesa del banquete,
¿dónde habéis visto un servidor
más honorable?
No dejéis de comer, que nada sobre
para los herederos de la tierra,
para el insecto silencioso,
para la rata confundida
con el barro y la muerte,
para las piedras del olvido,
para las patas de la araña,
para esta ruina triste que adelantan los ácidos
y el grito. .
Venid hasta el banquete que ha dispuesto
la locura de plástico del hombre,
la ceguera de todos los que piensan
que habrá un mañana fértil
sobre tanta miseria.
Venid,
comedlo todo,
acabad con la carne y con la sangre,
que no descansen las migajas.
(3) Fiel aparece en 19,11. Es el mismo Cristo en su cualidad de Veraz, nombre por el que también se le llama. Él es quien dirige los ejércitos celestiales de la primera batalla apocalíptica. Posteriormente el Angel invita a un festín con los despojos (referencia en Ezequiel 39,17 ss).En esta condición de Fiel y Veraz, Cristo es llamado también Amén (ver último poema del libro y nota 23). Fiel monta un caballo blanco pero no son los mismos jinete y montura que aparecen al abrirse el primer sello (6.1-2) a pesar de que se han confundido a veces (ver apocalipsis 6.1 y poema XII en página 45)
NOTA: Este libro está basado en citas del Apocalipsis y repleto de notas orientadoras.
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SELECCIÓN DE POEMAS
POR FRANCISCO JESÚS MUÑOZ SOLER
Te internaste por un camino de zarzas
Te internaste por un camino de zarzas y espinos
sin saber que su maquiavélico sentido
te destrozaría cruelmente al transitarlo,
crepúsculo de una feliz infancia.
Cual poema abandonado y despojado
en una calle desierta adornada
por una violenta ventolera
que la mece aturdido sin dirección.
Tu delicada piel de espuma
blanca y suave se derritió
bajo un sol de resquemor
bordado en odio y avaricia.
De Juventud primera, 1980
***
Me siento anclado en el pasado
Me siento anclado en el pasado
noto mis ilusiones añejas
y son la luz de mis dichas
que se desvanecen sin remedio.
No quiero aislarme del mundo
mortificarme en mis dudas
ser engullido en las cenagosas
lindes de mis negros pensamientos.
(Quiero vivir). Ser querido
rodearme de armoniosa amistad
sentirme dichoso de amar.
¡Descubrir que no es solo un sueño!
Realizarme como ser humano
sin lucros ni hipocresías
es cuanto pretendo en esta vida.
¡Qué satisfacción sentirme vivo!
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APUNTES DE UN CASADO EN TRÁMITES
DE DIVORCIO
POR CECILIO OLIVERO MUÑOZ
ÓYEME
Niña, tú, dulce niña,
Estás preparada, estás cerca,
escucha mis palabras que son cruces,
creo en ti, observa mi fantasma interior,
es aire y palabra, es desierto pequeño,
te quiero y por eso me voy,
no quiero ser cómplice de tu muerte moral,
no quiero ser yo tu mal sino,
pretendo a mi orgullo,
que no vale más que tú.
La vida es la duda, es espino en silencio.
Te quiero niña, te quiero feliz.
***
¿CULPABLE YO?
¿Culpable YO? ¿Culpable de quererte?
He amortajado a este silencio entre muebles
con la carcoma nueva, entre lo azul celeste,
con la carcoma lechosa que habita como un virus,
esperando mi descuido, esperándome distraído.
He caído por barrancos de desidia
y he dado vueltas en mi propio círculo.
Tiene que haber un dios testigo de que te amé,
tiene que haber un testigo tras este silencio,
no puede ser que se confunda
esta espesura entre la nada de la nada.
He olvidado la rosa rosada de tu vientre
de niña traviesa; no puede ser que de tu derrota
cimbree la serpiente para morderme
su veneno; no quiero, no, no quiero.
***
NIÑA SONRIENTE
Niña, niña que espera virgen de inocencia,
Niña que desconoces la gran verdad
que no te conoce. Así quiero verte.
Te quiero ver sonriente como una alondra
en el charco límpido de una fuente salvaje.
Te quiero con la alegría fresca del verano,
Te quiero entre silvestres veredas
que no fermentan en el agobio.
Me acuerdo mucho de ti. De tu tragedia,
que ahora es la mía; rosa negra, rosa brotada
de la desventura, germina de desasosiego
y frecuenta el yermo solano seco
que no quiere mientras pueda ser padre,
ser padre de tus ojos con brillo mojado.
***
CUSTODIA COMPARTIDA
Más nos valdría saber lo que nos conviene
y más nos valdría saber las causas
de los errores que cometimos en su momento,
pues intentar repartirse un cielo
desemboca a quedarse sin estrellas,
sin soles, sin lunas, sin nubes, sin pájaros,
ya que, malgastemos la noche y el día
y todo un preludio de besos olvidados.
Repartirse ciegamente un corazón
es repartirse una vida inocente y sin culpa,
pues malgastemos nuestra autoridad
a golpes de zarandeo y a voces de riñas sordas.
Un niño es una infancia y una infancia es raíz,
un matrimonio es amor y si no hay amor
no hay nada.
¿Cómo repartirse un cariño?
¿Cómo repartirse un abrazo?
¿Cómo repartirse un buenas noches?
¿Cómo repartirse una voluntad?
¿Cómo repartirse lo que se ve crecer?
¿Cómo repartirse lo que empieza a ser?
¿Cómo repartirse lo que a nadie pertenece?
¿Cómo repartirse lo que nació para ser alegría?
¿Cómo repartirse un recuerdo?
¿Cómo repartirse una soledad?
¿Cómo repartirse lo que no se reparte?
***
PRESENCIA DESCONOCIDA
Si quieres saber quién
es la mujer que vive a tu lado
divórciate.
Te pasas la vida junto a una mujer
y aguantas sus manías,
aguantas sus cambios de humor,
no das importancia a las discusiones,
ella te ofende, tú la ofendes,
comprendes que todo es ventaja
y también desventaja.
Asumes todos sus defectos,
piensas que cambiará,
te engañas sólo por amor,
no das importancia al dinero,
a tu necesaria intimidad,
a tu discontinuo sufrimiento,
estás con ella por que la quieres.
Aguantas tú y aguanta ella,
te refugias en cualquier cosa,
esporádicamente te masturbas,
duermes a veces en el sofá,
descubres después de haberte casado
que tiene sus preferencias.
Sabes que odia a tu madre
pero deseas que sea del todo feliz,
llegas a creer que la conoces bien
aunque llegas a conocer a tu esposa
cuando tramitas tu propio divorcio.
Se reparte todo aquel objeto
que carece de alma y de sentimientos,
pero eso es una verdad
con demasiada ceguera,
porque la verdad es que se reparte
hasta aquello que a nadie pertenece.
***
EX-MARIDO
¿Qué significa ser un ex-marido?
Quizá sea dejar de ser ese bulto
arrumbado como un mueble
en algún rincón de la casa.
O quizá sea dejar de ser aquel
calzonazos con quien nadie cuenta.
Pero un ex-marido es un hombre
que descubre una nueva vida
existente tras el terrible divorcio.
Descubres que tienes libertad,
que la soledad no es ningún problema
porque sabes estar solo.
Descubres que haces todo
lo que te da la gana,
descubres que tienes amigos
y descubres que te quieres mucho más.
Si quieres comer, pues comes,
si quieres tener sexo haces onanismo,
si quieres dormir solo, duermes solo.
Descubres que depender de una mujer
es depender de Mefistófeles.
Descubres que existe una vida
después de haber estado muerto.
Descubres que la felicidad
es la que uno mismo se fabrica.
Y no la que una mujer te impone.
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SELECCIÓN DE TEXTOS
POR DANIEL DE CULLÁ
ENTRAD, VEREIS HILADO DE UN AÑO Y CAGADO DE UNA SEMANA
Nazarenos, disciplinantes, cornetas y tambores se acreditan hacendosos con sus instrumentos., cruz en lumbre, cruz en puerta y cruz en llelda, y no hay sitio sino entra entra, y un aviso del que todos se hacen cruces:
-Cuando fueres a cagar, lleva con qué te limpiar”.
Ved: un romero franchute, Juan Templado, hijo de españoles, con su capirote puesto en su buena calabaza y alegre, se halló en las procesiones del Azoguejo en Segovia, y de los templarios en Zamarramala; puso en medio de un círculo el capirote y comenzó a retozar alrededor de él, saltando de un término en otro, canturreando lo que parecía más que responso cuento o saeta, con alegría añadiendo lo primero:
– Me cagüen in toti li diabli; dándose matraca los lugares, y gritando: “Aquí como en Cañamero nos dan Burra por carnero”.
Y cantaba, o mejor berreaba como en los tiempos de la doctrina:
– Cristolografía es la ciencia que trata de los lugares de cristo.
– Crisma es administrar y dar el criso santo del sacramento de la pedofilia. Criso: insecto aculeado que sirve de tipo y da nombre a la familia de los pedos de lobo cristianegos, y así lo define Crisneja que prepara la novela pornoerótica de Neptuno y Teofanía en busca del crisomalón, el vellocino de oro en cueros.
– Cristolba: producto de la brea peneal que constituye un preservativo contra la polilla de Satán, como cuenta Crisopolea, una de las beatificadas hamadríadas que tuvo su destino unido a un árbol del monte de los olivos, cuando su padre confesor la trajo aquí beneficiándosela.
-La Cristiada: Famoso poema religioso escrito en el siglo XVII por fray Diego de Hojeda y cuyo asunto es la pasión de cristo y la resurrección de un murciélago, purgando de profanidad la conformación social cristiana de manera que no se trasluzca en ella sombra de gentilismo.
– Pedofiliandad. Nueva gran porción de fieles cristianillos como dicen los moros por despecho ,que siguen a cada misionero, cura o papa, cuyo universo Urbi et Orbi no va más allá del As de Oros, o Culo. A lo que “Vaya Cruz”, dijo Renán en la Vida de Jesús, los Apóstoles y el Anticristo; y para quien cristianizar el ano no era más que conformar el sitio y darle carácter cristifero en forma de cresta al estilo de los chaperos a veinticinco euros en Domingos de Cuasimodo cayéndosele la baba ante el Sepulcro de Tiziano; Cristo en la Cruz, de Rubens; de Van Dyck o de Velázquez.
Terminando Juan Templado:
-Mirad por el mes de Enero, qué pollo tengo en mi pollero.
Y desapareció volando.
-Daniel de Cullá
***
CURA SIN EMBARGO
“Todos somos hijos de cura o de militar!
-Picarico de España
Yo no sé si sí o si no soy hijo de cura
Pero que lo soy de militar, lo dice mi madre
Que reía de los pequeños poemas de cerilla
Que le entregaba el “señor cura” cuando iba a confesar
Y cuyo follar se había convertido
En comidilla de la gente que cantaba:
Cura, curita
Que de Avila vienes
A calderilla de iglesia
Me güeles
Y que dicen que llevaba una caja de condones
En el hostiario del Viático
Pues un día se equivocó sin querer queriendo
Dándole un condón como sacramento
A una bella dama en peligro de muerte que era de Granada
Y a quien se le iluminó intensamente el rostro
Mientras al cura se le elevó algo místico de repente
Detrás de la sotana a la altura del mear
Y que salía cantando:
Andome en la villa
Fiestas patronales
Con mi eucaristía
De cazar pardales
No perdiéndose fiesta patronal alguna
Que por eso los beatos y beatas de la plebe decían:
-“Es un buen cura sin embargo”
Y así le quedó de mote a este villano
Que daba las hostias de la coacción y el engaño
Con el aroma de ese abismo
Que sólo las almas fugitivas y salidas percibían
Las mujeres y las chicas sintiendo en su labiado nido
Como una mariposa leve libando su rocío.
***
HERO Y LEANDRO
Yo soy Leandro, mancebo de Abidos
Bueno ahora en Burgos
Ciudad cruzada por el río Arlanzón
Y vivo en la opuesta ribera
Que atravieso de noche a nado
Para verme con mi amada Hero
De la Ribera del Duero
Sacerdotisa de Venus
Pornoestrella que oye misa de doce
En su catedral de álcali
Extraído del fruto del cocotero
Que fundó a Santa Fe de Bogotá
Con Gonzalo Jiménez de Quesada
Y se señaló en el bando de la reina
En la primera guerra carlista.
Mi padre fue Leovigildo
Rey de Andalucía
Amante primo de Hermenerico
– para que luego digan
que el amor homo
no nos viene desde allá de los tiempos-
Rey de los godos
Que se benefició de los herulos y los wendos
Pero vencido por los hunos
Se quitó la vida a los cien años
Después de haber dejado preñadas
A trece rosas apiladas
En castañas pilongas
Tomando forma de pezuña;
Mas, habiendo abrazado yo el Ateísmo
Se malquistó conmigo
Y me mandó ahogar
En el charco de mierda
De la Ciencia Hermenéutica de la Vida
Que interpreta los textos
Y especialmente
Los libros mal llamados sagrados
Para fijar su verdadero sentido macabeo
Muy enjuto que no tiene perispermo
En la planchuela igualadora
De los calambres
Bajo la soberanía suprema
De los romanos apimpollados
Que tuvieron por progenitor a Antipater
Ministro de Hircano
Soberano pontífice de los judíos
Que anduvo de Herodes a Pilatos.
Hero y yo, Leandro
Nos abrazamos
Dando ella raíz a la mordedura
De la serpiente
Justo debajo del Puente de la Audiencia
Y escribí la historia de mi tiempo
Como Paul Klee dibujaba
Con el apículo
Punta aguda, corta y poco consistente
De su órgano aperdigado
Desde la muerte apezonada
De Marco Aurelio
Hasta el advenimiento de Gordiano
Y en los labiados labios de mi Amada
De modo heroico
Reproduciendo mi músculo reproductor
O “morcilla de Burgos”
Medio dios, medio hombre
De gran estatura y fuerza enorme
Al estilo del miembro de Hércules, Teseo
Aquiles, Eneas
A golpes y carnales cuchilladas de herrería
Las treinta cuatro de las vidrieras
De la catedral de Segovia
Que son obra suya
Y no de Francisco Herranz como cuentan
Jugando mi amada al Herrón
Antiguo juego que consistía
En lanzar un tejo de hierro
Con un agujero en medio
Y acertar ensartarlo en un clavo hincado en tierra
¡ Ella acertó¡
En golpe de herrón
Y yo en picotazo fuerte
Y hablamos besándonos con versos de espuma
Apitonados
Empezando a descubrir
Los pitones de los animales
Que crían cuernos
Empezando los árboles
A arrojar sus botones
Rompiendo ella esa cosa
Con punta o pico
Como las gallinas rompen los huevos
picándolos:
“El Chisme hierra
Mientras el río se desprende
En burbujas gaseosas”
Como dicen que hizo Antonio de Herrera
A su amante en La Latina
Historiógrafo de Castilla y de las Indias
En el reinado de Felipe II
Natural de Cuéllar
E historiador de nota
Que un día a Felipe le cantó:
“Al herrerillo, con barbas
Y a las letras, con babas;
Quien deja el herrerillo y va
Al herrerón, gasta su hierro
Y quemase el cabrón”.
-Daniel de Cullá
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SELECCIÓN DE POEMAS
POR BRUNO JORDÁN
No siempre los pájaros cantan
no siempre es primavera
ni las nubes tienen ganas de levantarse.
En ocasiones
se navega por charcos de estrellas
y las palomas atraviesan el tiempo
porque están en una jaula libre.
En ocasiones
el amor ensancha mis cadenas.
***
Recolecta
Con el buen tiempo
y el calor
va llegando
la temporada del cayuco.
Occidente se prepara
para recoger sus frutos.
***
POETA POBRE, VIEJO Y FEO
(De un autorretrato)
Vencido y convencido
de que mis ideas
eran para mí
ideales
solo,
mientras tanto
las hice añicos.
Entre los trozos convivo ahora revuelto
por el suelo.
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SELECCIÓN DE POEMAS
POR PABLO MARTÍN (PABLO VOLUMEN)
Porque sí
Rebeldes porque sí,
siempre en el otro bando,
sin cambio
ni cruz en las monedas.
Pasando de flechas
y cúspides,
de horas,
de presidentes de vecindario,
de obligaciones casuales,
pasando página,
lista,
pasando de cuadrarnos.
Nos podíamos pasar horas impávidos
con el miedo metido en el cuerpo,
sordos de angustia, insensibles.
Horas sin articular palabra,
sin ser lo suficientemente algo.
Y cuando no queríamos ver
aquello a lo que estábamos obligados,
abríamos los ojos
y nos poníamos ciegos.
***
Borrador
Se agarraban las manos
en frigoríficos ruidosos,
donde ella no podía recogerse el pelo
y nadie se sentía solo.
El color de los juegos traumatizaba
a los que querían alzar la voz,
persiguiendo horas
y destrozando entretelas
sistemáticamente,
como decía el irreflexivo.
Algunos preferían
poderse mirar a los ojos
en vez de dar vueltas.
***
El baile
La casa con su primer mechero
deseando arder, escapar,
el directo de los primos de los Zeppelin
y la fiesta en el patio.
El vecino al que se quieren follar
las hookers con su Carling
de medio litro en la mano.
Su dipsomanía
y su esquizofrenia incurables,
los piropos a Alonso Quijano
estampado en una camiseta,
las esperas de autobús
y los favores de tabaco.
Mucho «smashing»
pero teníamos que correr
a por nuestros sueños
que no nos esperaban.
Mereció la pena,
aunque el pastel de carne ardía,
la posadera era tuerta
y Chuck Berry sonó fatal.
El sudor, el baile,
las mesas retiradas,
y allí seguía la chica de Goytisolo
con su camiseta verde,
esperando a ver
si algún gilipollas la entraba.
***
Cruzando la vía
Estábamos llenos después de la penúltima cena,
que nos salió gratis,
ya que a la hora de pagar
no aceptaban Master Card,
y eso que es la tarjeta del Maestro.
Al final pagó Judas que siempre lleva monedas.
Nuestros padres nos habían abandonado
y los borrachos estaban perdonados
porque no sabían lo que hacían.
Nosotros sí sabíamos lo que hacíamos,
lo contrario de lo que predicábamos,
por eso nos negaron la entrada tres veces
antes de que cantase el gallo.
Tuvimos que cambiar el calzado,
nos atamos los cordones de las sandalias
y entramos en el Gólgota’s Rock Club
con la señal de la cruz en la mano.
El estigma indicaba
dónde tiene que caer la gota
para saber si la ponzoña
es apta para los menores de treinta y tres años.
Una vez en la barra
el romano nos puso La Corona
que no tenía espinas
pero daba dolor de cabeza
después de una tras otra.
Las rubias nos azotaron,
la Magdalena bailaba como loca,
desbocada, con sus tatuajes de color,
con su piercing en la boca.
Ella sabía de cruces,
de piedras y de clavos,
y aunque era Good Friday
como buenos carpinteros
jodimos, pecamos
y nos hinchamos a comer carne.
***
Anoche
Hoy se me ha hecho la una,
y todas estas horas transcurridas
con el edredón de Agatha Ruiz de la Prada guardado
me he inventado dos sueños deformados.
Uno no se acercaba ni de lejos
al pie tembloroso en el aire,
y las hostias de los curas,
los profesionales.
Pero me levanto
y me voy a la zona de juego
con los guantes preparados
para romper dientes rotos.
Me muevo hasta otro garito
con dos plantas que simula el otro,
pero éste tiene más luz,
no sé qué busco allí
porque está lleno de tíos,
venga hombre,
lo mismo me he vuelto homosexual
y Freud me está psicoanalizando
en el puente de la avenida.
El segundo sueño es mucho peor,
tengo que levantarme
para echar un par de gargajos en el baño
y ahí se acaba todo.
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SELECCIÓN DE POEMAS
POR CECILIO OLIVERO MUÑOZ
MONÓLOGO DESDE LA CRISIS
(EPIDEMIA INVISIBLE)
Tengo depresión nerviosa,
también soy maniaco-depresivo.
Estoy apañado con lo que tengo.
También tengo trastorno bipolar
y paso de la alegría a la tristeza
en un chasquido de dedos.
Tengo mis manías,
persecutorias, fantasmagóricas,
sensaciones sin cesar tan sensitivas,
tengo visiones, oigo otro mundo
tras este mundo de corcho,
soy ludópata, cleptómano,
alcohólico, drogadicto,
fantasioso, histérico,
megalómano, mitómano.
Sufro o padezco
de una licenciosa esquizofrenia,
trastorno esquizofreniforme,
psicosis, ¿trastorno o síndrome?
¿Virus o patología?
Trastornos alimenticios,
Animal Heleno-latino.
Ácido ribonucleico.
Cromosoma Zero, Incógnita,
Trastorno de la despersonalización,
cachaza y desasosiego.
Análisis, ecografía, encefalograma plano,
Yuxta-armónica comparación.
Psicología sin psico y sin lógica,
Trastorno de la identidad sexual,
Megainfralentitud antropomórfica,
Vida moderna, vida de estrés,
Autobús, metro-under-ground,
Lógica de un síntoma sin síntoma,
Puñetazo invisible en la cara desnuda.
Amparo, ceguera, retroceso,
Vida orgánica sin vida tras la aurora,
Noche que es toda una noche de insomnio,
Amparo de estrellas que bostezan,
Correaje duro, electroshock,
Paso a paso la psiquiatría
se ha hecho una ceporra ignorante,
la ignominia peligrosa de los griegos,
latinidad de vértigo contagioso,
psicoanálisis para ricos y soñadores,
suicida, asesino, asesinado,
son tres presunciones encadenadas
a la incógnita cifrada en el infra-verbo,
Cruela de Vil de los excesos,
Linternas de todas las calamidades huecas,
Blister a blister nace el poema,
Comprimidos son los besos de la farmacéutica.
Escasa luz para tanta duda.
Lógica incapaz e inadmisible.
***
EL FANTASMA DE MI SOLEDAD
Existe un fantasma en los rincones de mi piso,
arrastra su sombra vertical por las paredes
y en la noche quieta respira de mi silencio.
Siento su contrita presencia en la madrugada,
cuando crujen los muebles,
cuando los ruidos de la vecindad se difuminan
con los del recuerdo dañino,
cuando la televisión le da apariencia
entre la secundaria voz de los sonidos.
Me busca cuando nunca estoy, me llama
por el nombre que yo mismo desconozco,
baila sus tragedias a mi alrededor,
y lo persigo entre el miedo de agujas
que tienen los pensamientos ante la soledad.
***
HIPROUCRESÍA
Hemos vencido, hemos ganado,
contra la fiesta nacional se alzan sólo los vencedores.
Abolida la fiesta, daremos el primer paso,
ahora mismo ha comenzado el principio del fin.
Prohibiremos todo lo que huela a castizo,
a español por antonomasia,
prohibiremos la Sevillana, el churro y el Tío Pepe,
prohibiremos el visionado de la sangre
sin pecado en la fiambrera.
Hemos vencido, hemos ganado,
Lo celebraremos con una parrillada,
o con unos pollos a l’ast, o mejor si nos vamos
todos juntos a atiborrarnos al McDonalds.
El restaurante Can Joanet no cambiará jamás,
con carnes a la brasa gozamos como bobos,
después de la resaca tomaremos caldo de gallina.
Y nos reiremos todos juntos como saciados
vencedores.
EPÍLOGO
No has parado hasta conseguir la prohibición
de la tauromaquia en Cataluña,
pero no te da pena ingresar a tu madre
en una triste residencia de ancianos.
Y todo para salir a manifestarte pintado de rojo
por las ramblas de Barcelona
los días festivos y hasta los laborables.
***
PARADOJA
La vida es sacrificio
mientras
otros viven su gozo,
la vida es un bullicio
y una habitación vacía,
la vida es azar
que te señala
y naipe escondido
en el juego en serio.
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