
Gonzalo Fernández Parrilla
Al sur de Tánger
Un viaje a las culturas de Marruecos
La línea del horizonte ediciones
Viajar es sin duda una actividad saludable. Contemplar otros lugares nos permite ampliar miradas, la mirada hacia los otros, otras culturas, otras sociedades, otras formas de vivir, y también la que proyectamos sobre nosotros mismos y el lugar donde vivimos. Nos vuelve más críticos, más introspectivos. Viajar, suele decirse, nos ayuda a conocernos mejor. Hay mucho de todo ello, no cabe ninguna duda, siempre que el viaje se planteé de un modo abierto y sincero, sin prejuicios y con la curiosidad suficiente como para mirar más allá de las fachadas y de los tópicos al uso, asumiendo el aprendizaje que conlleva el recorrido.
Gonzalo Fernández Parrilla nos propone en este libro suyo, breve pero intenso, una mirada a nuestro vecino del sur, a Marruecos, un país desconocido o que ha sufrido y sufre aún hoy no pocos clichés. Al exotismo estereotipado que perdura todavía, hay que añadir la mirada de los colonialistas de antaño, que reducía la realidad del colonizado a un imagen que convenía a los intereses del colonizador, la de los bohemios que vivían en Tánger y cuya mirada estaba también estereotipada, la de los turistas de hoy, que viajan de un modo cuasi industrial. La única forma de darle la vuelta a este reduccionismo es contemplar también a través de la mirada de sus habitantes.
El autor nos invita de este modo a conocer, entre otros, a los escritores y artistas marroquíes que reflejan en sus obras una realidad variopinta, tan variada como lo es toda sociedad. De allí lo idóneo del plural del subtítulo: un viaje a las culturas de Marruecos, la que se expresa en amazigh o en árabe, la que escribe en francés o incluso en castellano. El autor menciona varias veces a uno de los escritores más representativos y con una fuerza deslumbrante: Mohammed Chukri. También nos invita a conocer a otros autores y artistas, de este modo el libro se vuelve una buenísima introducción a la literatura y a las culturas marroquíes. A través de ellos y de sus obras se nos presenta y describe una sociedad dinámica, al final no muy diferente a otras sociedades, a la nuestra sin ir más lejos, que tantas cosas compartimos con ella.
También recoge las miradas de escritores españoles que conocieron el país: Ángel Vázquez o el periodista Eduardo Haro Tecglén, nacidos ambos en Tánger, o Juan Goytisolo, que marchó a vivir a Marrakech, donde murió.
Además, el libro recorre un sinfín de lugares, Tánger, Tetuán, Marrakech o Rabat, el Atlas, el Rif. Nos introduce en sus culturas y sus paisajes lo suficiente como para despertarnos la curiosidad. Pero no es un libro de viajes. Tampoco un estudio más o menos planeado. Se trata más bien de un libro de notas que sugiere un paseo emocional y paisajístico por Marruecos, y que se convierte al fin en una incitación al viaje de verdad, de esos viajes que nos cambian por dentro, además de imbuirnos en una sociedad que tenemos tan cerca y de la que podemos aprender bastante.












