Reseña Literaria-Juan A. Herdi

Patxi Iturregi

Impredecible marea

Traducción del euskera de Gerardo Markuleta

El Gallo de Oro, 2020

Resulta imposible no darse cuenta, tras leer los doce relatos de este libro, de la poca presencia en la literatura del Estado Español, en cualquiera de sus lenguas, de historias de la mar, teniendo en cuenta que hablamos de un país con kilómetros de costa y salida a dos mares, con una historia además de expansión colonial y una luenga experiencia y tradición marítimas. No es que no existan, hay escritores que han narrado aventuras de navegantes y marinos, algunas apasionantes, sin duda, pero me temo que apenas son una anécdota en el conjunto de su literatura o han quedado en la periferia literaria. Hay que recordar no obstante a Álvaro Mutis, tal vez el más destacado entre los escritores de temática marinera, colombiano y uno de los mejores escritores en castellano, creador de Maqroll el gaviero.

Tal vez por ello se vuelven muy recomendables narraciones que traten de la mar, como las de este libro de relatos, relatos de navegantes, de barcos y de influencias marineras en un territorio concreto, el que rodea a la Ría del Nervión y el puerto de Bilbao, y que sitúa además en un momento histórico, el de la primera guerra mundial, cuyo primer centenario hemos dejado atrás hace bien poco.

Ni qué decir tiene que en aquellos primeros lustros del siglo XX hubo no sólo un crecimiento industrial en Vizcaya, sino que además la misma afectó a una tradición marítima muy arraigada en la provincia, surgieron las grandes navieras y una saga de marineros que viajaron por todos los mares. De eso nos habla Patxi Iturregi y lo hace con una prosa directa que logra captar el ambiente de los barcos, pero también esa influencia social en una sociedad que contempla el mar con admiración, como ocurre por ejemplo en el relato El latido del progreso. 

Son relatos que describen unos ambientes intensos, que trasladan al lector la viveza de la aventura marítima o el entorno de una ciudad portuaria, y lo lleva a cabo gracias a una enorme capacidad de penetración literaria. Hay un dominio del relato que sin duda no va a dejar indiferente a nadie y que va a permitir conocer a un autor en lengua vasca, con esta traducción magnífica mediante, y gran dominio en el arte, siempre difícil, del cuento literario.

Si en el relato breve el rasgo fundamental es la atmósfera, ni qué decir tiene que Patxi Iturregi lo ha conseguido plenamente, introducir al lector en la misma, no me cabe ninguna duda de que disfrutará de ellos y se quedará con ganas de más historias de la mar.

Reflexiones de una ondjundju-Annobón es poesía-Juliana Mbengono

ANNOBÓN ES POESÍA

Me pregunto si es posible hablar de Annobón sin hablar del mar. Me pregunto si existe mejor lengua materna en Guinea Ecuatorial que el fa d´ambo para declamar unos versos. 

Los annoboneses que conozco, raras veces escriben sobre su quería Ambo sin hablar del mar o del lago O´pot; y todos, en Guinea Ecuatorial, sabemos que esa pequeña isla está aislada de todos por el mar, que ahí los hombres y los niños se pasan el día pescando en el mar y los vidjiles se construyen a la orilla del mar.

Más que sangre de ballena, como los llaman algunos con la clara intención de ofender, los hombres de Annobón tienen sangre de poesía. Las canciones en fa d´ambo no son tan agradables como un recital de poesía en la misma lengua, ni el mismísimo portugués puede compararse al pidging que se habla en esa isla cuando se trata de declamar. Puede que yo sí haya escuchado declamar a los mejores poetas annoboneses y que los funcionarios de la embajada de Portugal en Guinea Ecuatorial que declamaron mis poesías no tengan idea de cómo se hace.

  No me extrañan que los versos de Francisco Ballovera sean tan potentes, ni que Leoncio Marqués y Nánãy-Menemôl Lêdjam tengan varios premios de poesía: son hijos de Annobón.

De todos los poetas annoboneses que he conocido, Nánãy-Menemôl, el autor de Búdjigêl, es mi favorito. Y Búdjigêl es un precioso poemario lleno de gusanos de seda y otros bichos que ahuyentarían a muchos de los pocos lectores ecuatoguineanos que viven en Yupilandia. 

Yo soy una cría, un clon, un plagio o una copia de Búdjigêl. Después de releer esa obra que leí por primera vez en 2014, me he dado cuenta de que muchos de mis poemas en “Barro en mis pies”, ya estaban escritos en él con títulos como “La niña del barrio” o “El niño asamsé”; y no me avergüenzo ni me asusto, me enorgullezco de mí misma. Los versos de Nánãy-Menemôl me llegaron hasta el fondo, echaron raíces y germinaron como semillas.

No sabría explicar la sensación que produce leer una obra en la que se habla de ti. Miedo, alegría, vergüenza, orgullo… eso sentí cuando leí la “niña del barrio”, porque yo, de pequeña, fui la niña del barrio, antes de conocer a Nanãy. Y conozco a niños asamsé. No sabía que un buen poeta podía no ser Bécquer, ni que en las calles de Guinea había suficiente belleza para hacer poesía sin hablar de amores no correspondidos. 

Otro poeta annobonés es Leoncio Marqués, mi compañero del instituto y de aventuras como Capullos Literarios y Más Letras. Leoncio es de los que me hacen sentir que me queda mucho por aprender cuando les leo. Tenemos casi la misma edad y nos movemos en los mismos entornos, habla igual o peor que yo, pero cuando escribe… cuando escribe habla del dolor y la pena como si Bécquer hablara del amor y la poesía.

Cuando la gente habla de Annobón es muy fácil que piense en el mar y en esa isla aislada a la que el buque nacional visitaba pocas veces al año, donde se habla un pidgin del portugués, de dónde salen los hombres y mujeres del grupo étnico de Guinea Ecuatorial que se sigue marcando la piel con cicatrices para identificarse. Yo también pienso muchas cosas de Annobón, pero, sobre todo, que es de ahí surgen los mejores poetas que tenemos. 

La imagen de la mujer en el refranero amazigh-Rachid Boussad

La imagen de la mujer en el refranero amazigh 

Rachid BOUSSAD

Rachidboussad01@gmail.com

Profesor de español y doctor

Universidad Hassan II – Ain Chock (Marruecos)

Resumen 

La presente contribución tiene por objetivo ofrecer un amplio panorama sobre la imagen de la mujer en el seno de la sociedad amazigh. Para tal cometido, presentamos un corpus de diez refranes del amazigh con sus respectivas correspondencias en español, en que se planean cuestiones relativas a la imagen positiva y negativa de la mujer en la sociedad amazigh. 

Palabras Clave: Refranero; mujer; imagen; negativa; positiva; amazigh; español.

I. Introducción 

El fenómeno refranesco aparece siempre como una parte integrante e indisociable de la lengua – cultura de las comunidades. No hay sociedad, sea “atrasada” o “desarrollada” que no posea todo un tesoro de refranes. 

Cada sociedad ha sabido, desde tiempos muy remotos, fijar y tejer su sabiduría, su visión del mundo, sus experiencias empíricas de miel y de hiel, sus costumbres, sus normas de convivencia, sus orientaciones filosóficas, culturales y religiosas… 

La sociedad amazigh  no se descarta, ni tampoco se exceptúa de lo dicho anteriormente, dado que es una sociedad milenaria que posee un venero irrestañable de refranes y el resto de la familia paremiológica. 

Los refranes se consideran una manifestación espontánea de la sabiduría popular, son dichos populares y sentenciosos muy antiguos y engloban un tipo de literatura con “[…] origen perdido en las brumas del tiempo […]” . Añádase, son unos micromódulos del mundo, signos que van más allá de “nos idées, de nos pensées, de nos perceptions, de nos automatismes sélectifs neuronaux” . 

Conviene destacar que los refranes contienen valores humanos y son “[…] un espejo en que se ven reflejados las reacciones, los sentimientos, las ambiciones, los sueños y los fracasos…” . De más está decir que son una parte inseparable de la vida e historia de cada pueblo, y son “manifestaciones folklóricas del discurso repetido incorporado a la competencia de los hablantes que forman una misma comunidad idiomática” . Además, son dichos populares, breves, simbólicos, alegóricos, expuestos en forma poética y expresan “un pensamiento a manera de juicio, en que se relacionan por lo menos dos ideas” . 

Son muchos y muy variados los refranes que abordan la temática de la mujer. Pero, ¿cómo se ve simbolizada y reflejada la mujer en el imaginario social del universo simbólico amazigh?

 Responder a esta pregunta es el objetivo que guía y orienta este estudio basado en nuestra tesis doctoral que, en uno de sus capítulos, se ha pretendido descubrir y descifrar el fondo lingüístico y valorativo de los refranes, que configuran verdaderos campos semánticos forjados y configurados en torno a las mujeres como colectivo social.

Para tal cometido, en esta contribución, nos hemos basado en un corpus  de 10 refranes con el propósito de tener un amplio panorama sobre la imagen de la mujer en el seno de la sociedad amazigh, o sea, plantear algunas cuestiones relativas a la imagen positiva y negativa de la mujer en el refranero amazigh. 

II. La imagen positiva de la mujer en el refranero amazigh

En el imaginario social del universo simbólico amazigh, la mujer se ve simbolizada y reflejada en los siguientes aspectos positivos:  

1) Laboriosidad 

[1]: ⵜⴰⵍⵍⴰ   ⵜⴰⵎⵟⵓⵟ   ⵜⴰⵎⴰⵃⵔⵓⵛⵜ   ⵜⵉⵍⵉ   ⵜⴰⴼⵔⵔⵓⵙⵜ                                                                             

Transcripción latina: [Tal-la tamaṭuṭ tamaḥrusht, tili tfarrust].

Traducción literal: (Hay la mujer hacendosa y la holgazana). 

Español: La mujer buena, de la casa vacía hace llena. 

2) Honestidad

[2]: ⵣⴰⴳ   ⵜⴰⴷⴰⵔⵜⴰⵏⵙ   ⵖⴰⵔ   ⵙⵉⵙⵏⵏⴰⵍ   

Transcripción latina: [Zag tadartans gar sisannal].

Traducción literal: (De su casa a la sepultura).

Español: En la vida, la mujer, tres salidas ha de hacer: al bautismo, al casamiento, 

               a la sepultura.

3) Estima – Agradecimiento – Alabanza

[3]: ⵎⴰⴽⵎⵉⵜⵛⴽⴰⵔ   ⴰ ⵜⵉⵙⵍⵉⵜ?   ⵜⴰⵏⵏⴰⵙⴻⵏ:   ⵉⴱⴱⴰ   ⴷ   ⵉⵎⵎⴰ   

Transcripción latina: [Makmitshkar a tislit? Tannasen: ibba d imma].

Traducción literal: (¿Quién te alaba, novia? Ella les contesta: mi padre y mi madre).

Español: ¿Quién alabará a la novia, sino su madre?

III. La imagen negativa de la mujer en el refranero amazigh

En el imaginario social del universo simbólico amazigh, la mujer se ve simbolizada y reflejada en los siguientes aspectos negativos:  

1) Despilfarro 

[4]: ⴰⵎⴰⵜⵔⴰⵡ   ⵍⴰⵢⵜⴻⵜⴻⵔ   ⵜⴰⵎⵟⵓⵟⴻⵏⵙ   ⵍⴰⵜⵚⴻⴷⴷⴰⵇ                                                                      

Transcripción latina: [Amatraw layteter, tamṭuṭens latṣeddaq].

Traducción literal: (El miserable pide limosna, su mujer la regala).

Español: Padre guardador, hijo gastador.

2) Astucia – Peligro

[5]: ⵜⵓⵄⴰⵔ   ⵜⵎⴰⵟⵓⵟ   ⵜⵓⴳⴰⵔ   ⵉⴱⵍⵉⵙ   

Transcripción latina: [Tuεar tmaṭuṭ, tugar iblis].

Traducción literal: (Peligrosa es la mujer, y supera a Satanás). 

Español: Dijo la mujer al diablo, ¿te puedo ayudar en algo?

[6]: ⵜⴰⵎⵟⵓⵟ   ⴷ   ⵉⴱⵍⵉⵙ   ⵟⴰⴷⴻⵏ   ⵣⴰⴳ   ⵉⴷⵊ   ⵏ   ⵢⵉⴼ                                                                       

Transcripción latina: [Tamṭuṭ d iblis ṭeden zag idɣ n yif].

Traducción literal: (La mujer y Satanás mamaron de una sola teta). 

Español: Dijo la mujer al diablo, ¿te puedo ayudar en algo?

3) Desconfianza 

[7]: ⵜⴰⵎⵟⵓⵟ   ⵓⵔⴷⵉⴽⵙ   ⵍⴰⵎⵉⵏ                                                                      

Transcripción latina: [Tamṭuṭ urdiks lamin]. 

Traducción literal: (La mujer no es de confianza).

Español: Dijo la mujer al diablo, ¿te puedo ayudar en algo?

4) Necedad

[8] ⵜⵃⴰⵔⵛ   ⴱⴰⵔⵔⴰ   ⵏ   ⵓⵅⴰⵎ   ⵜⴰⴼⵔⵔⵓⵙ   ⴳ   ⵜⴰⴷⴰⵔⵜⴰⵏⵙ                                                                                                            

Transcripción latina: [Tḥarsh barra n ujam, tfarrus g tadartans].

Traducción literal: (Hacendosa fuera de casa, perezosa en su casa).

Español: Abandona a su hijo que llora, y va a consolar al de su vecina.

5) Desprecio 

[9]: ⵡⴰⵏ   ⵉⵜⴰⴳⴳⵉⵏ   ⵔⴰⵢ   ⵉⵜⵄⵢⴰⵍⵉⵏ   ⵉⵡⴰⵜ   ⵔⴰⴱⴱⵉ                                                                       

Transcripción latina: [Wan itagg-in ray itεyalin iwat rabbi].

Traducción literal: (Quien escucha los consejos de las mujeres, resulta maldecido por                                     

                                 Al-lah).

Español: La mujer no tiene edad ni dice la verdad. 

6) Engaño – Hipocresía

[10]: ⵉⵎⵟⴰⵡⴻⵏ   ⵏ   ⵜⴰⵎⵟⵓⵟ   

Transcripción latina: [Imṭawen n tamṭuṭ]. 

Traducción literal: (Lágrimas de mujer). 

Español: Lágrimas de mujer y cojera de perro, no las creo. 

IV. Conclusiones

Generalmente, el conjunto de refranes ilustrados en esta contribución demuestra que hay valoraciones positivas y negativas sobre la imagen de la mujer, siendo las valoraciones negativas las que más abundan.

Basándose en los refranes del corpus, hemos constatado que la literatura oral amazigh vertida en el caudal paremiológico da cuenta de la concepción negativa de las mujeres que predomina en la cultura popular amazigh, ya que muchos son los refranes que señalan aspectos negativos como despilfarro, astucia, peligro, desconfianza, hipocresía, holgazanería, necedad, engaño, inutilidad, odio, rencilla…

Dada la gran e ingente cantidad de refranes que señalan aspectos negativos sobre la imagen de la mujer, se da la impresión de que uno de los caracteres peculiares, particulares y significativos del refranero amazigh es su misoginia. Este caso no se da solamente en amazigh, sino también en español. Quizá sea un carácter universal.  

Referencias bibliográficas

– AMARY, Paul (2018). Entreprise moderne et culture africaine –Quelle stratégie de management ?, 

                 Tome 2. Paris: Editions L’Harmattan.

– CARLOS SÁNCHEZ, Juan (2017): “La historia de los dichos y los refranes y el significado de algunos de ellos”, en Periódico Gama. Sección Entretenimiento, n 164 (24-10-2017), Ciudad de México, p. 9, disponible en línea en <https://somosgama.com/2017/10/24/los-dichos-los-refranes/&gt;.  [Citado en: 15/01/2017 11:13 AM].

– CASARES, Julio (1992). Introducción a la lexicografía moderna. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones 

                    Científicas. 

– CHUKRI, Oumar (2015). “المثل الأمازيغي، مقاربة أنتروبولوجية” <El refrán amazigh, un enfoque antropológico>, en 

                Periódico Al-Itihad Al-Ishtiraki, el 23 -12- 2015, p. 13. 

– LÁZARO CARRETER, Fernando (1978): “Literatura y folklore: los refranes”, en Biblioteca Virtual Universal, facilitado por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes (2010), pp. 1-7, en especial p. 140, disponible en línea en: < http://www.biblioteca.org.ar/libros/155766.pdf > [Citado en: 01/01/ 2016 9:13 AM].

Rumba flamenca Vs. Rumba catalana (Cecilio Olivero Muñoz)

RUMBA FLAMENCA VS. RUMBA CATALANA

Para ser buen rumbero hay que centrarse en variadas y distintas disciplinas, como la de palmero, o saber tocar bien los bongos. Ahora se ha incorporado la caja peruana, descubierta en Perú por el gran Paco de Lucía, y digo incorporado, ya que en Cuba tocan a su manera timbal y palillos, pero también hacen percusión con un cajón de los muebles de casa para que suene el guaguancó. 

Se es rumbero desde que se nace, se es rumbero vistiendo, se es rumbero en el sentimiento, se es rumbero porque no hay otra manera de expresarse más bella, ya sea en Ciudad Real, Madrid o Barcelona, La Habana, San Juan o Lérida, Badajoz y Chiclana. Digamos que la rumba, tanto la flamenca o la catalana, beben de las mismas fuentes. 

La rumba flamenca comienza con Los Chunguitos, pero también con Los Chichos, Los Calis, Los Chavis, el Junco, y un largo etcétera. Éstos podemos clasificarlos como parte de la Rumba Flamenca, y como he dicho antes, la Rumba catalana bebe de la misma fuente que la flamenca. 

Existen muchos tipos y maneras de llevar la rumba a cabo, pero la mejor rumba empieza por la guitarra. Son muchos los músicos de Rumba catalana, está el Peret, también Ramonet, el Paló, éstos gitanos provienen del barrio barcelonés de Gracia. Hasta allí que se fue el Gato Pérez a aprender la rumba que entonaban els gitanets; también grupos como Los Rumberos Catalanes, también el Pelos y los Marus, rumberos estos fascinados por el pueblo marinero de Lloret de Mar, aunque estos últimos sean rumba de Los años setenta. También recuerdo la rumba de Pocholos, la simplicidad de Antonio y Aquilino, recomiendo un disco antiguo: Gitanos de Hoy, este disco está un tanto sesgado remarcando a los Tangueros Portugueses, y el Gitano Portugués. Y un gran rumbero es también el Tony el Gitano. La rumba es un género mundial que traspasa fronteras. En Cuba y Puerto Rico se hace salsa que es rumba, también está la guaracha, como también, el antes citado, como guaguancó. 

En Panamá vive Rubén Blades, un músico rumbero con los pies en la tierra. Ha habido salseros rumberos como Celia Cruz, El gran combo de Puerto Rico, Ismael Rivera, Willie Colón, y ya nos vamos a citar al gran Tito Puentes, también hacen sonar a través de la rumba una música de Ida y vuelta. Se rumbea en América y también en España, incluso en Francia, escuchen si no a unos gitanos de raíces catalanas que son Los Gipsy Kings, es un elenco de guitarristas con gran habilidad para muchas guitarras, son verdaderos rumberos los Gipsy Kings, son (repito) un grupo que reside en Francia y en sus vídeos denotan orgullo de sus raíces catalanas y de sus costumbres gitanas. Escuchen rumba, bailen la rumba. 

Recuerdo cuando yo lo hacía en Maggoty. Mi mejor época. Soy rumbero flamenco y catalán y no hay que olvidar a rumberos como el Zíngaro, con sus sonidos arabescos y gitanos más que las gachas. La rumba ahora la escuchan los siempre fieles, como lo son los gitanos, algunos nostálgicos, y se recuerda, la de Maggoty como una etapa gloriosa. Después de Maggoty no hubo nada. Lo bueno de ser rumbero que se diluye con el flamenco y en Andalucía se quedan perplejos de escuchar a artistas que tenemos aquí en Barcelona como, por ejemplo, el Currichi. Ya lo dijo La Perla de Cádiz, Barcelona es trono gitano. También lo dijo Tijeritas en su canción sobre Barcelona, siempre alegre. Rumba en el cine quinqui, rumba en los solares de La Habana, Rumba en Tokyo, Rumba con tambores en verano, Rumba de Manu Chao, rumba por doquier. Se baila en cualquier parte. 

Y la Rumba ya no es lo que era. Se le ha borrado el estigma marginal, que era como una cicatriz en la cara, para engalanarse mucho después de las Olimpiadas del 92. Han tomado posiciones gente como Sabor de Gracia, los patriarcas de la rumba, Gertrudis, Ojos de Brujo, Estopa, Melendy, y etc. No podíamos olvidarnos flamencos del sur, pues hay muchísimos, están Los Ketama, sin olvidarse tampoco de Bambino, un artista en toda regla. Pero bueno, cantar lo que se dice cantar han cantado mucho como dúo Lola Flores y el Pescailla (Antonio González) su particular rumba, ya que Antonio ideó el ventilador (estilo musical dentro de la rumba catalana). También hay que recordar a los Amaya, con sus canciones bien trabajadas, los Amaya han compuesto canciones versionadas por grupos incluso no rumberos. En Andalucía surgió el género flamenco pop, pero de esto ya les hablaré en otro momento. El flamenco pop tiene mucha miga. 

13º Número de la revista literaria Nevando en la Guinea.pdf

Reseña Literaria (Juan A. Herdi)

Almudena Sánchez

Fármaco

Random House, 2021

Estamos ante un libro inquietante. No sé si es el calificativo adecuado, pero sí es lo que produce, una vaga inquietud que va en aumento a medida que se avanza en su lectura. A pesar de la ironía, que ayuda bastante a comprender lo que se cuenta. O se narra. A pesar de que intuimos que el final será feliz, de lo contrario no tendríamos el libro entre las manos. A pesar también de que muchos lectores avanzarán por sus párrafos con ansia de comprender un proceso que asumimos que existe y que nos puede ocurrir también a cualquiera, con independencia de las circunstancias de cada cual, buenas o malas.

Almudena Sánchez nos habla abiertamente, sin tapujos, la expresión viene muy al dedo aquí, de su depresión, de ese estado anímico durante mucho tiempo incomprendido, antaño denominado melancolía, y que además, con la pandemia, adquiere una nueva carta de naturaleza: se ha extendido, visible o no, un profundo malestar en todos. La autora nos ofrece una confesión, aunque sin el significado que le da el catolicismo, no hay propósito de enmienda ni petición de perdón, aun cuando en algún momento lo pidiera en la realidad, pero su escritura no lo es. Más bien cumple, creo, con una de las funciones, de los porqués, que se atribuye a esta manía de escribir: comprender(se), incluso poner algo de orden. Busca romper con esa mudez con la que no sólo la autora ha crecido, todos la hemos padecido y la padecemos de un modo u otro, con mayor o menor énfasis.

Estamos por tanto en un relato testimonial que nace, sin duda, de una necesidad, la de curarse también mediante la escritura, pero que al final, una vez desprendido el texto de las manos de su narradora, se vuelve sobre todo útil para el receptor, para el lector, como si el libro, en cierto modo, estuviera concebido a su vez para cumplir con las pautas de la teoría literaria de la precepción. Porque tal vez deberíamos analizarlo no por lo que es en su origen, sino en los efectos que pueda producir en los lectores y en la capacidad de comprensión de un estado de ánimo que se convierte en enfermedad. Y que permite afrontar un tema como el de la depresión o, en general, de la salud mental, con sus estereotipos manidos y el peligro de la estigmatización

Una comprensión facilitada por la literatura. No hay duda de que es la literatura la que permite muchas veces entender la realidad, más que los sesudos estudios analíticos. En definitiva, la prosa literaria convertida en vademécum para aprehender los mecanismos más sombríos de la vida. En este caso, además, hay mucha poética, hay ironía, hay un bello juego del lenguaje, hay dureza también. Ello convierte el relato en un perfecto artefacto, aun cuando rompa con todos los preceptos literarios, que para eso son las reglas también, para infringirlas y romper con lo más aséptico del formalismo literario. 

Reflexiones de una ondjundju-No quiero conformarme-Juliana Mbengono

NO QUIERO CONFORMARME

¿Quién no ha escuchado que para triunfar se debe tener claro lo que se quiere e ir a por todas? 

Antes de entrar en contacto con los círculos feministas y de empoderamiento de la mujer, ya sabía que debo estudiar para ser “una mujer de valor para la sociedad”. Cuando entré en contacto con esos círculos aprendí un poco más: “sólo estudiando sería una persona realmente libre. Tendría un trabajo digno y una vida cómoda. Podría elegir al hombre que quisiera, en vez de conformarme con cualquiera que sea capaz de cubrir mis necesidades más básicas. Sería respetada en la sociedad, etc.” 

Estaba tan entusiasmada con todo lo que me predicaban que, a los 16 años, ya ansiaba cumplir los dieciocho para ser independiente, largarme de la casa de mi tía donde vivía con mi madre y otros parientes, tener un trabajo bien pagado mientras estudio en la universidad y alquilar una casa con el chico guay que yo eligiera. 

Estudiar era la salida que conocía para no ser otra comerciante del mercado Semu que pasa el día bajo sol, se pelea con los clientes y a veces recibe golpes. Era la salida para no ser otra madre incapaz de comprarle leche a sus hijos…. Lástima que no fuera entonces cuando nuestro primer ministro dijo que debíamos aspirar a oficios que nos den de comer al día en vez de pasarnos años en la universidad, me habría ahorrado mucho tiempo.

Asistía a conferencias y presentaciones de libros, me relacionaba con escritores que piensan y hablan, depositaba expedientes en todas partes explicando que aprendo rápido y puedo hacer cualquier trabajo. Durante dos veranos estuve depositando la solicitud de “Trabajo de Verano” en la Oficina Nacional de Empleo; el buen funcionario del ministerio de trabajo nunca me dijo que no me llamarían para un trabajo antes de cumplir los dieciocho, pero me presentó a un señor que conseguía trabajos para chicas en bares y restaurantes, con un salario de no más de 150.000 francos CFA a cambio de un 10% mensual. Cuando empecé a comprar y vender perfumes me sentí en la gloría, estaba “emprendiendo” y eso es lo mejor de lo mejor para ser más libre, hasta que noté que mi rendimiento en los estudios había bajado y muchos de mis clientes se habían vuelto morosos.

A medida que pasaban los años, me daba cuenta de que las cosas no eran tan sencillas como me imaginaba. De hecho, acabo de cumplir veinticinco y sigo en la misma casa. No me han faltado oportunidades para mudarme: he tenido pretendientes y, diría, parejas que me han pedido que me fuera a vivir con ellos; normalmente, es así como salen las chicas de las casas de sus padres. Pero no era lo que yo quería. No quería mudarme a la casa de nadie pudiera echarme a la calle después de golpearme. No quería sentirme mantenida ni obligada a servir a toda la familia de nadie porque dormía bajo su techo. Alguien se preguntará ¿y con qué clase de tíos te has cruzado? Con los mismos que se cruzan todas las que se mueven en los mismos entornos que yo. La diferencia es que para algunas es lo normal; tener hijos y dormir al lado de un hombre que trabaja es todo lo que piden y la verdad es que son muy inteligentes. Otras soportan el maltrato, la miseria y los abusos por tener las necesidades aseguradas. Otras han tenido la suerte de encontrar el amor y lo comparten con alguna que otra amante, lo que cuenta es que “ellas” viven bajo el techo del hombre y la segunda Otra es “la de la calle”. Las no son las relaciones ni la vida a las que el feminismo y el empoderamiento de la mujer me hicieron aspirar; sigo esperando al hombre atento, empresario joven, defensor de los derechos humanos, guapo, romántico, fogoso, educado, enamorado hasta las trancas, moderno, feminista, culto, detallista, negro y con una envidiable melena afro trenzada en rastas que se apunte a bajar el cielo conmigo. Tengo claro lo que quiero y, ya que les hago caso a los gurúes del éxito y el desarrollo personal, no me conformaré con menos.

Tampoco me ha faltado empleo; de hecho, soy quien siempre ha dimitido y nunca ha sido despedida de un empleo. Al principio creí que tenía un problema grave, pero, después de meditar, me di cuenta de que un trabajo de cincuenta horas semanales por un salario de entre cien mil y doscientos mil francos tampoco era lo que quería; aunque no estuviese “cualificada” ni tuviese “experiencia previa”.

Ahora, cuando me aconseja una feminista que se acuesta con los maridos de otras o que está casada con un machista retrógrado, entiendo que se ha conformado y acepto su consejo. Una cosa es la teoría del mundo perfecto que buscamos, otra cosa es nuestra realidad. 

PD: No soy feminista ni aspiro a serlo.