Blackout Tuesday

1er Número de Nevando en la Guinea.pdf

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1er Número de la revista Nevando en la Guinea.pdf

CAJÓN DESASTRE

nevandoenlaguinea@hotmail.com

E-mail: nevandoenlaguinea@hotmail.com

La cultura del mariconeo

 

Si hiciéramos una encuesta entre la población hetero u homosexual de cuáles son los iconos de la mal denominada cultura homosexual, sin duda, muchos nombres aparecerían como referencia, pero mayoritariamente, es un decir, serían por este orden: Pedro Almodóvar, naturalmente la homosexualidad es uno de los puntos fuertes de muchos de sus filmes, pero no olvidemos que es un cineasta sobrevalorado, la mitad de su filmografía es mediocre y aburrida; Madonna, cantante universal, obsesionada por tener canciones en el número uno y vender millones de discos, bueno, francamente, lo ha conseguido, pero en su cabecita sólo tiene tonterías; y cómo no Federico García Lorca, ¿acaso no estamos hartos de tanto exceso verbal sobre Federico?¿Era el único poeta de esta España nuestra? ¿Fue el único fusilado de la guerra civil? El fenómeno Federico se ha vuelto en ocasiones una pesadilla viviente y muriente. Todos son homosexuales menos Madonna que es heterosexual o bisexual. La cultura está clasificada erróneamente en todos los ámbitos, que si cine para adultos, que si cine para niños, que si literatura juvenil, que si literatura de ciencia ficción… Sí, es cierto, existen los géneros, pero sólo como mera referencia, mera información, nada más. De todas maneras, el mariconeo, entiéndase: «personas que sienten y aman a otras personas del mismo sexo», han fabricado todo una serie de referentes entorno a su modelo de vida que, lejos de ser diferente a la cultura digamos heterocentrista, no deja de ser una copia de ésta o sea centrista pero homo, con contenidos subversivos tal vez, pero ¿acaso Picasso no era polémico o Nina Hagen revolucionaba el panorama musical con su música o puesta en escena? La cultura es un revulsivo porque transmite cosas, puede ser conservadora y culturalmente el mariconeo lo es. No debemos sorprendernos, sin embargo, por la ultramodernidad de los homosexuales porque es el continente lo que nos cautiva o nos produce rechazo, el contenido, amigos míos, está vacío de ideas que no dejan de transmitir este tiempo insustancial de principios de siglo XXI en el cual vivimos. Los genios los hubo y los habrá, sean homosexuales o no, ahora tenemos Pan y Circo y Mariconeo de Salón del Té de las cinco.

 

Ismael Resano Conde de Fabra

ATENCIÓN: Esta revista no se hace responsable de según que opiniones o comentarios.

CAJÓN DESASTRE

 

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CAJÓN DESASTRE

 

«La Parada de los Monstruos» de Ted Browning

 

Según la definición que da la Real Academia Española de la Lengua, perfección es todo lo que posee el grado máximo de su cualidad o el mayor grado posible de bondad o excelencia. Pues bien, si observamos la naturaleza y los seres vivos que tenemos alrededor, nos daremos cuenta de que todo está diseñado a la perfección, en condiciones normales, no hay nada imperfecto, una mosca, un reptil, un ave o el mismo ser humano, anatómicamente hablando, no son seres deformes puesto que todo está dónde tiene que estar, el cerebro no lo tenemos en los pies o una araña no tiene quince ojos ni un pez respira fuera del agua, nos guste o no todo es perfecto. Pero cualquier deformación sea por causas genéticas o por un desgraciado accidente no es perfecto, es una alteración grave de la naturaleza, así que no miremos a otro lado: unos siameses son unos monstruos, un deficiente mental no es una persona normal, alguien que le falte una pierna ya tiene una severa imperfección puesto que ya no se desenvuelve normalmente, para todos aquellos padres que sufran esto saben que tienen una carga pesada y que jamás llevarán una vida normal, según los parámetros de la naturaleza. Otra cosa es que se procure que su vida sea lo más grata y cómoda posible. No vamos a hablar de la perfección desde otros puntos de vista que siempre ha buscado el ser humano como la perfección en el arte o en la poesía, lo abordamos desde la óptica de los seres vivos, su creación y su desarrollo en la Tierra. La naturaleza es sabia, ¿acaso el sol sale se noche? Lo terrible de todo esto es que en el mundo perfecto, sin alteraciones, existen razones suficientes para creer que es un universo de necios, de asesinos, de mentirosos, de crueldad infinita, en el interior de un césped cualquiera hay una vorágine de muerte, multitud de insectos comiéndose unos a otros sin descanso y los humanos se matan unos a otros no sólo literal, sino metafóricamente, como ese maravilloso padre que es capaz de engañar a su hija con tal de no perder tal o cual cosa. Sobre lo que es perfecto o no les invito a que vean el filme «La Parada de los Monstruos» de Ted Browning una maravillosa cinta de terror de los años 30 que evoca una cita de Manuel Vicent: la perfección es muerte, la imperfección es arte.

 

Ismael Resano Conde de Fabra

 

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CAJÓN DESASTRE

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«Los Embarazados»


La Cinematografía mundial ha filmado grandes películas, cosas curiosas y verdaderos engendros. La creación artística es fruto de un estado permanente de locura con o sin alucinógenos. La mente humana está obsesionada por plasmar la realidad con la visión particular del sujeto creador o construyendo mundos de fantasía a través de la inagotable fuente de los manantiales de la imaginación. Joaquín Coll Espona es un guionista y director hoy olvidado que a finales de los años 70 dirigió una serie de comedias cutres españolas coincidiendo con la Era del Destape que supuestamente erotizaba a los españoles impacientes de ver desnudos en pantalla. «Los Embarazados», rodada en 1980 en Barcelona y varias localidades de alrededor, cuenta como de repente aparecen una serie de hombres embarazados por toda la geografía nacional convirtiéndose pronto en una plaga. Como consecuencia, los estereotipos masculíno y femeníno se cambian, las mujeres adoptan comportamientos propios de los hombres en el sexo, «las mujeres follan como condenadas», dice uno, o en la conquista, «No consigo ligarme a Roberto está de un estrecho» dice una enfermera. Y los hombres otro tanto como la pareja burguesa-catalana en la cual el marido interpretado por Ovidi Montllor tiene un antojo y le pide a su mujer que le baile la danza de los siete velos arrancándose siete pelos del vello púbico, eso sí, todo con desnudo integral incluido. Un jovencísimo Pep Munné llega al acto sexual, pierde la virginidad quedándose para colmo embarazado en su primera vez. El aborto en plena polémica en la sociedad española de la época sobre su legalización se refleja en el filme con hombres que abortan ilegalmente en casas siniestras o los más pudientes viajan a Londres. Gracioso es ver a dos personajes que nos recuerdan a Adolfo Suárez y Felipe González manifestándose sobre el tema. Impagable la escena de un hombre que rompe aguas en un vagón de tren o los desfiles de ropa Pre-Papá con Luís del Olmo en un cameo haciendo de maestro de ceremonias. Liberación sexual, embarazos no deseados, cambio de roles, trabajadores en manifestaciones reclamando derechos, «Queremos ahora preñar a las Señoras» o machos españoles comprando anticonceptivos para evitar la concepción son una muestra de la sociedad española de la Transición con sus paranoias, todo ello con un guión tan pésimo como previsible y con unos personajes que no llegan ni a la caricatura de si mismos. José Luís López Vázquez, Emilio Gutierrez Caba, Mary Sant Pere, Antonio Garisa y un largo etcétera dan vida a una de las joyas del freakismo patrio, interesante ver la Barcelona de entonces, la moda, los peinados, los coches…para darnos cuenta que en 30 años si que ha pasado el Tiempo. Véanla una apacible tarde de domingo en compañía de toda la familia y quizá al día siguiente estarán en estado de gestación pero como dicen unos travestís en la película en un local hoy desaparecido en esa manía de las autoridades de transformar el Barrio Chino en otra cosa: «Esto lo ha traído la Democracia».


Ismael Resano Conde de Fabra