Off the Record – Pedro Lemebel- Roberto Bolaño

Reseña literaria (Juan A. Herdi)

Aroa Moreno Durán

Ana Jarén (Ilustradora)

Almudena. Una biografía

Lumen. 2024

Nos dice Aroa Moreno Durán que «el argumento de buena parte de la literatura no es más que un regreso a casa, al origen, sea este geográfico o sentimental». Tiene toda la razón porque la literatura forma parte de la experiencia, es un espejo para el lector, pero también supone una manera de situarse en el mundo, en el tiempo, en la historia. Incluso los relatos más fantasiosos nos marcan nuestra posición en la vida. Y la vida contiene siempre los ecos del pasado. Lo escribió la propia Almudena Grandes en su último artículo citado en este libro, casi al final, un artículo publicado al día siguiente de su fallecimiento: «Cada vida es una consecuencia del lugar en el que se han barajado las historias generacionales y las fugas de los destinos».

Lo que nos propone Aroa Moreno Durán puede parecer en un primer momento unabiografía de Almudena Grandes, una autora a la que conoció, admiró y amó, que le ayudó en ese camino –oficio y disciplina– hacia la escritora que es hoy, por tanto, es un libro también sobre sí misma, una pequeña parcela en la vida de la autora, la lectora y la amiga, expuesta sin exhibicionismo, con mucha humildad y sencillez, con amistad y amor ilimitado, pero también es un libro sobre nosotros mismos, los que compartimoscon ambas escritoras un espacio, un país y un historia, que nos hemos dejado llevar porlos libros de Almudena Grandes que nos ayudan a comprender este nuestro tiempo en el que está tan insertado el pasado reciente. Trata al fin también de nosotros mismos, sus lectores, sus contemporáneos que nos contemplamos a través de la mirada de esta escritora, que entendemos muchas claves del presente gracias a sus libros.

No se trata por consiguiente de una biografía al uso, no es una recopilación de momentos individuales ni un compendio de datos, sino que se trata de una biografíapersonal y generacional, conocemos a una Almudena Grandes escritora y lectora, acompañada de la gente que compuso ese mapa emocional de un tiempo y una épocaque es el nuestro, en el que continúa el impacto de un ayer compuesto no sólo por hechos trascendentes o por heroicidades, sino sobre todo por actos cotidianos. 

Entre líneas, este libro es también una reflexión sobre la literatura, Aroa Moreno Durán nos lanza punzadas de teoría literaria, pero no de una manera sesuda, sino muy práctica. No hemos de olvidar, al fin y al cabo, que lo importante es que una novela impacte en el lector; una novela, como un poema, siempre será un buen texto si logra provocar emoción, recogimiento, si permite mantener ese diálogo que este artefacto que es un libro consigue despertar y que se enlaza con la vida. Luego vendrá la academia para explicar los entresijos del artefacto, pero esto ya es otra cosa.

Formidables son, por último, las ilustraciones de Ana Jarén, que no acompañan, sino que complementan el texto. Nos cuentan por otro medio lo que Aroa Moreno Durán nos relata. Un conjunto, en definitiva, que nos acerca todavía más a Almudena Grandes, y es una invitación a seguir ese diálogo a través de sus novelas.

Cuando se escribe con pureza-suicidas atormentadas-(2ª entrega)-Cecilio Olivero Muñoz

CUANDO SE ESCRIBE CON PUREZA

—SUICIDAS ATORMENTADAS—

(segunda entrega)

Cuando se escribe con el corazón en la mano, cuando se escribe con toda la pureza, se tiembla, se tiembla de miedo, más bien diría entre temor, miedo y demasiadas certezas. Si sigo en este apartamento acabaré loco (más de lo que ya estoy) o quizá acabe maltrecho, herido y todo el día encerrado me está causando estragos. No quiero deprimir a nadie. No quiero parecer víctima.

Es algo difícil de comprender el verdadero dolor de las mujeres, solamente lo comprendes si te gustan y te atraen las mujeres y al mismo tiempo tienes una parte de tu alma que las entiende bien. Son sufridoras por dos razones, la una, por ser mujeres de segunda clase, de segunda categoría, y la otra, y que conste que esta frase pertenece a Sylvia Plath, por aguantar a hombres con penes y testículos como mollejas de pavo. Me pareció una observación escrita con pureza, y muy graciosa. No sé si temblaría Sylvia o se reiría de la comparación. El caso es que tiene una cierta semejanza. Estas mujeres, Sylvia Plath, Alejandra Pizarnik, Virginia Woolf y un largo etcétera eran verdaderas heroínas en la época en que vivieron, entre los años veinte y los años cincuenta. Son mujeres que valen más por lo que no han escrito y callado, que por aquello que escribieron en su momento. Por eso acabaron como acabaron. Creo yo.

No sé si llegaron a temblar cuando escribían, pero la verdad da miedo, y el miedo, hace temblar, da miedo por lo que arriesgaron con hombres machos “alfa” y machistas en el menor de los casos. Se teme la verdad más que decir mentiras o poner una gasa traslúcida en la ficción, que es otra manera más de decir la verdad que hace temblar. No entiendo muy bien a lo que llaman objetivo o subjetivo. Porque hay cierta ambigüedad en los dos términos. Descubrir según qué cosas sobre las mujeres, puede que sea subjetivo, pero lo objetivo, que es lo realmente importante, se esconde como un miedoso tras una bandera de una patria en la que se siente protegido, un miedo a ser tú mismo/a, un miedo de mujer indefensa, un miedo de mujeres relegadas al silencio. Silenciadas y condenadas a fingir.

Cuando acostumbramos a mentir escribimos textos ditirambos y sin esfuerzo. Pero lo realmente puro da miedo, a veces terror, otras pánico. Y el miedo duele, te hace temblar, te aterroriza. Eso, exactamente eso, es objetivo, pero nuestra hipócrita sociedad lo cree subjetivo. Escribir la pureza es temblar. Y cuando escribes nuestra galaxia es un planeta como Venus, totalmente cálido, tan cálido que abrasa. Es imposible la vida en él. 

Ernesto Sábato- A fondo- por Joaquín Soler Serrano-1977