MUCHO RUIDO
Y POCAS NUECES
(Soneto)
A muchos les atormenta la duda
A otros les atormenta el trasiego
A unos les duele la sordera aguda
A otros les duele el tramposo juego.
A muchos les atormenta el silencio
A otros les atormenta el griterío
Unos son sensibles al frío del cencio
Otros son sensibles al escalofrío.
Otros golpean con mazo y rezan luego
Hay quien por miedo no saluda
Hay también quien teme al fuego.
Hay quien peca de persona testaruda
Hay quien tiene al dinero apego
Y otros que de nadie obtienen ayuda.
Hay quien de rodillas humillan su ruego
Y hay a quien le sirven la vida cruda.
Por Cecilio Olivero Muñoz
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Y hay quienes puñaladas clavan por la espalda
y espaldas que se ofrecen, a no mirar.
Hermoso soneto.