A mayor sufrimiento en vida del poeta o la poeta que se suicida, mayores serán las dádivas y los homenajes póstumos. Pero si en vida no le hacían ni caso, después de muertas todo serán elogios.
Hablaré de mujeres poetas. Por ejemplo, Alejandra Pizarnik, en vida no querían su poesía, aburría, cansaba, bostezaban de tedio, pero, una vez muerta, todo eran halagos y reconocimientos. Cuando ya no le iban a servir de nada. Porque dejó este mundo apartándose del carnaval rutinario. Otro caso que me llama la atención es Virginia Woolf. En vida era una lesbiana loca con esquizofrenia y justo cuando murió ahogada en un río todo devino lisonjas y buenas críticas. Se tiene muy poco en cuenta y nadie dice nada, pero estas mujeres están relegadas al olvido en vida y tienen el denominador común de que vivas no eran leídas, y fueron suicidas ejemplares. También ocurre el caso de Sylvia Plath. Hasta que no murió por el monóxido de carbono del horno de gas no tuvo ningún reconocimiento. Y todas eran unas grandes poetas, pero la vida ha sido mala e injusta con estas mujeres.
Decía Jim Morrison: —quieren tu muerte, hecho pedazos (…). Y sí es así la vida de un escritor/a, no vale la pena el agasajo estando ya muerta. Hay mujeres, muy buenas poetas, que imitan a estas tres mujeres. Pero, en fin, peor es que no hablen de ti ni muerto. No es cuestión de vanidad, es justicia poética.
Es malévolo el porvenir hipócrita hacia estas mujeres y huelga decir que tanto hombres y mujeres suicidas han escrito con ese destello tan extremadamente brillante por tener la valentía de plasmarlo en negro sobre blanco. Eran poetas atormentadas, su legado es el mayor homenaje que podemos tener, leerlos, disfrutadlos, aunque ellas no estén presentes está su palabra valiente.
Decía Shakespeare: —quien se quita la vida se quita el miedo a la muerte.
Cuando te acariciaban mis manos mi mente las guiaba hacia dónde querían llegar. A ese rincón tuyo, tan tuyo, que parecía nuestro, de los dos; por donde me dices sin tapujos y sin palabras lo mujer que eras, donde me insinuabas gimiendo lo azul de la noche cobalto. Mis manos acariciaban tus pechos, y los confabulaba con tu sombra benevolente, y los dos nos perdíamos en la cumbre del orgasmo, en la cual subíamos, sin lugar para cuestiones ni argumentos que nos contradijeran, solamente afirmamos un sollozo, el gemido placentero y mi saliva contra la tuya. En una vorágine de flujos bajo los influjos de la conexión. Era mi gozo un mar que chocaba enajenado contra las rocas, las rocas postradas en tus gravedades firmes e inamovibles. Allí estaba mi final en un mundo húmedo y completo donde cometíamos todos los poemas prohibidos y más primigenios cuando los convertíamos en vestigios frescos de la claridad del sol de invierno, que es frío aunque frente a él es escalofrío y fiebre caliente, como un sueño incoloro, como un onírico deseo de tu carne y yo adentro, muy adentro, tan adentro que me hacía aguas liberadas de la quietud y del tuétano que traducían en mi semen todo el magma que pegajoso y fecundo hacía de nuestro sudor y nuestros jugos una mezcla perfecta con la que nos reíamos de la fría piedra y de la invisibilidad del viento. Así. Así. Con la suavidad del roce. Con la erógena carne que siempre nos será efímera, pero en esos momentos parecía eterna.
Hace unos años, después de haber publicado su primer poemario, Del mar y la muerte, en laEditorial La Carmensita, Noelia Cortés, poeta y activista gitana, declaró en un medio digital, en VOGUE ESPAÑA nada menos, que le hubiese encantado conocer a poetas gitanas ancianas.
La poesía, hace al menos un siglo, ya ensalzó la musicalidad de la poesía rimada en mujeres que lograron grandes proezas musicales. Estas eran poetas porque creaban sus propias letras, no sin dejar de ser profundas y hondamente sentimentales, que no sentimentalistas.
Noelia Cortés se nos presenta como poeta romántica y hace alusión a Sylvia Plath, Federico García Lorca, Oscar Wilde, y Miguel Hernández. Poetas muertos. Sin duda hace hincapié al mar como telón de fondo y a la muerte como destino ineludible. Pero nos recomienda a Papusza, poeta gitana importantísima en las letras de la indiferencia literaria, aunque desconocida, dejó su impronta gitano-polaca. No olvidemos a Nora Luca, cantante rumana y poeta gitana a su manera de gran importancia, recordamos su repertorio retomado en el film del director gitano-francés Tony Gatlif, llamado Gatjo Dilo, Extranjero loco (traducido). Sin duda, Noelia, reivindica dando un grito de guerra perseverante su lucha contra el Antigitanismo. Orgullosa de su andalucismo desde su poesía y su blog sobre flamenco.
Si nos paramos a escuchar su cante, éstas reivindican un feminismo puro y contundente. Estas mujeres flamencas, poetas y gitanas ya conocían de lo que iba el mensaje de reproche al machismo en tiempos en que éste estaba muy acentuado.
El mundo poético gitano no es sólo Federico García Lorca y su romancero. Estas mujeres hablaban de su feminidad y eran víctimas de hombres llamados ‘machos’, ya que en sus letras Bernarda y Fernanda de Utrera dejaban caer estos versos… La noche del aguacero dime donde te metiste que no te mojaste el pelo… Sin duda es un reproche femenino a su hombre.
Hay también otras cantaoras/poetas como La Perla de Cádiz, La Paquera de Jerez, la Niña de los Peines, La Negra (Antonia Rodríguez Moreno) y si nos vamos a poetas gitanas actuales tenemos a la gran Lole Montoya cantando el repertorio de su exmarido fallecido Manuel Molina, también a la hija de ambos, Alba Molina Montoya, cantaora de estirpe que fusiona jazz y flamenco pop. No olvidamos a La Nitra. También otra poeta con sus propias letras y actual es Inés Bacán. Todas estas mujeres son poetas. Grandes rapsodas e intérpretes agraciadas con el flamenco más puro y reivindicativo de un feminismo no demasiado combativo, pero sí repleto de pureza y hondura.
Alba Molina Montoya
Hay flamencas que exigen y expresan su vida de mujeres sufridas a través del cante flamenco con más acierto y trasmiten dentro de la poesía actual proclamándose con el estandarte de la experiencia y la sabiduría poética, pues las letras son salidas desde el corazón para verterlo desde sus gargantas.
Noelia Cortés, Almería, (1996). Es activista y poeta. Pueden encontrarla en toda su esencia en el blog Peineta Revuelta. Donde se puede comprobar que esto Noelia ya lo conocía de muy buena tinta. Electrónica en este caso. http://peinetarevuelta.wordpress.com
Leonardo da Vinci era ambidiestro y solía escribir con la izquierda. Como la tinta no se secaba, le disgustaban mucho los borrones provocados en sus apuntes y escritos, ya que escribía de manera «especular». Es decir, de derecha a izquierda. El Códice Madrid ha sido restaurado por los encuadernadores de la Biblioteca Nacional.
Se trata de un libro elaborado y digitalizado de forma laboriosa por grandes conocedores de la obra de Leonardo. El facsímil es un proyecto ambicioso en total acuerdo con la Biblioteca Nacional de España, lo difunde una editorial española con el permiso de la Biblioteca Nacional de España, en un fantástico trabajo completo y con una frescura, a pesar del tiempo transcurrido, que lo convierte en un símbolo del universo renacentista, desde Miguel Ángel, Rafael Sanzio, Donatello, Tiziano, Boticelli y, en un último lugar, el gran Leonardo da Vinci, aunque en España está en un lugar destacado debido a que El Códice Madrid es una verdadera obra maestra. Con toda clase de estudios sobre geometría, mecánica y arquitectura. Un verdadero ingeniero en tiempos renacentistas.
El hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci
El Códice Madrid es una pieza inigualable, se entiende así la inteligencia con dotes de pura creatividad e inventiva. Se trata de una verdadera joya para todo aquel que quiera y guste con excelente paladar adentrarse tanto en los libros como en la época de Gutenberg, tal como se realizaban: cosiendo página a página y encuadernando el libro, que consta de dos partes. Es de tapa dura y forrado con piel de cabra. Va en un estuche verde y tiene algo que lo vuelve más completo: es un espejo con el dorso ilustrado con un autorretrato del mismo Leonardo.
Sobre Leonardo da Vinci se han hecho demasiadas conjeturas y afirmaciones. Como por ejemplo que dormía cuatro horas al día y que era homosexual. Cosa poco importante. Lo que sí era un creador de belleza y creador del icono de todos los tiempos, Mona Lisa, o la Gioconda. Leonardo era una mente privilegiada. Todo un ejemplo de creatividad con verdadera capacidad para las artes, la ingeniería y su gran aportación hacia los parámetros del espíritu renacentista.
Se puede interpretar de la obra completa de Leonardo toda una diversión que aún hoy interesa a aumentar el interés por lo que llegó a aportar en la cultura mundial. Leonardo da Vinci era ante todo un innovador en sus tiempos. Todo un ejemplo a seguir ante la creatividad brillante y, al adentrarte en las páginas del Códice, descubres su verdadero talento en la geometría y otras disciplinas.
Las Meninas de Don Diego Velázquez
Ha trabajado diferentes formas compositivas pero la más usada es la proporción áurea. Utilizadas también composiciones modernas como la composición fractal. Pero la Gioconda y otras grandes obras de Leonardo están realizadas con la proporción áurea, siendo así pura geometría y matemática al servicio del arte. El gran artista florentino era todo un artista volcado en el respeto a la proporción áurea que matemáticamente es el número 1,618034. Son leyes de la física artística que otros muchos han seguido un camino estilístico y compositivo.
La Santa Cena de Leonardo da Vinci
Uno de los misterios más grandes aparte del hecho de quién era en realidad la Gioconda, otro misterio que nos ofreció Leonardo es en la Santa Cena. Donde un personaje femenino aparece y nos hace preguntarnos sobre quién era en realidad. Cineastas como Luis Buñuel hicieron alusión a la Santa Cena del florentino da Vinci.
Las matemáticas utilizadas y la geometría compositiva son un componente más en las obras más famosas del arte renacentista y por ende este recurso tiene lugar con la proporción áurea son un recurso que se ha generalizado dentro del mundo del arte, tanto renacentista como contemporáneo. Ya que, Dalí, además de usar la proporción áurea y la pintura nuclear, así, como también el método paranoico, donde la perspectiva juega un papel crucial.
El silencio de las bibliotecas es un silencio plagado de palabras susurradas y captadas por la mente. Me da pena, tanta pena, tener que dejar mi biblioteca querida que tantas lecturas me ofrecía. Ahora las bibliotecas son digitales. Bibliotecas de clásicos esenciales y contemporáneos necesarios. Sólo aquel que descubre el susurro en el silencio de las bibliotecas conoce el valor de los libros. El papel impreso, las librerías, y aún menos, las bibliotecas pueden perderse en las tinieblas de la ignorancia. Solamente aquel que ama los libros no entiende de precios y dinero sucio.
Un libro te puede acompañar toda la vida. Regalar un libro es regalar una memoria del pasado y un conjunto de imágenes imaginarias que conllevan un territorio inexplorado de distracción, y al mismo tiempo es una fuente de sabiduría.
El que ama los libros es un gran descubridor de la elocuencia, ya que entre trasmisor y receptor hay una comunicación. Un salvoconducto particular y solitario.
Una biblioteca es un lugar donde está guardada y custodiada la memoria de los libros de todas las épocas y son una clase de obras que sugieren, que invitan, que acreditan, que dialogan con los humanos que quieran exorcizar sus demonios, como también encontrar un camino hacia la imaginación.
Imaginación que nos puede llevar a la locura. Las bibliotecas son el testimonio de la humanidad. La verdadera razón por la que los hombres han constatado sus pensamientos e ideas. Con bibliotecas la vida es más bella. La ficción es el verdadero testigo de que la imaginación provoca monstruos, pero como dijo el maestro Goya, también es el origen de las maravillasy las artes.
Hablar de lo que nos influye en la literatura es un bálsamo reconstituyente de todo el pensamiento que debiera ser libre intelectualmente. El hombre necesita las bibliotecas, ya sean estás en formato papel o digital. Es cuestión de resarcirnos de la soledad y sus verdaderos ámbitos de ignorancia que son el retraso intelectual de los hombres.
La pregunta es básica y elemental, no sé cuál será el motivo por el que los demás se plantean el apropiacionismo. Tampoco me interesa. Pero apropiarse de algo que no te pertenece no es un robo, por así decirlo, es un préstamo sin intereses ni prerrogativas por las dos partes. La una, del artista que creó la obra, y el apropiacionista que se apropia de aquello que no es suyo.
En mi caso diré: no sé dibujar, no sé pintar, el caso es que tengo buen ojo para hallar fondos en ilustraciones ya trabajadas por otros/as. Soy un recolector del trabajo de otros. Soy un campesino de la píxelcracia, soy pangeista, creo en el software libre, y todo esto viene en relación con mi vida de antaño. No uso imágenes mías. Se me da mejor trabajar mezclando o mixturando detalles y fondos que transformo y manipulo.
Todos los artistas lo han hecho. Al menos los más importantes. He leído el libro de Austin Kleon: Roba como un artista y me ha fascinado. En el subtítulo de la obra subraya, o mejor decir recalca, las 10 cosas que nadie te ha dicho acerca de ser creativo, y está en lo cierto en cada una de ellas. Está publicado el libro por Aguilar. Todo un ejemplo que encarna a los artistas y nos muestra una parte que desconocíamos del hecho de crear, del plagio, la epigonía, del apropiacionismo, es la base del arte.
Yo creo en el copyright, aunque apropiándome del trabajo de otros, unos con más mérito que algunos, me hago artista y creo de la manera que mejor sé. Es mi manera de ser creativo. Soy un apropiacionista, sí, pero justamente ahora es cuando los filtros, las máscaras, los stickers, los trabajos de otros están a mano de cualquier fulano o mengano no por causalidad, es por la maravillosa Red de Redes. El Internet ha revolucionado muchas cosas, y ha conseguido que pasemos a ser artistas todos aquellos que somos hijos del fragmento, del retazo, del jirón, del retal de una obra específica y la hacemos nuestra.
Es importante decir que nuestro trabajo sea protegido, remunerado, y respetado. El arte, al igual que el software, debe ser libre pero no gratuito. Cada creador debe cobrar lo que le pertenece. Los derechos de autor son importantes, por eso cuando me apropio de algún detalle en Internet lo devuelvo a Internet de manera gratuita. Respeto muchísimo al artista que cede sus derechos, que lo comparte y también respeto a todo creador que no quiera compartir y desprecie el apropiacionismo como estilo creativo.
En eso el mundo del cante Flamenco es precursor y aún hoy lo sigue siendo. Muchos cantaores y cantaoras se han apropiado, o han versionado, las letras de algún cantaor antiguo. Muchos aficionados al flamenco imitan o se apropian del cante flamenco de Camarón, de Fernanda y Bernarda de Utrera, de la Paquera de Jerez, de los hermanos Mairena, la antigua y legendaria saga de los Pavón hizo escuela ante los puristas. Los Morente y los Habichuela también, aunque actualmente tengan un concepto de miscelánea, es lo que llaman flamenco pop.
Es un deleite rememorar a los antiguos creadores del todo. Desde aquellos hombres que pintaron en las cavernas y milenios después lo llamaron “arte” siempre o casi siempre el apropiacionismo ha asomado la cabeza. Pablo Picasso decía Todo arte es un robo y estaba en lo cierto. Ya que él se inspiró en la artesanía africana para lo que más tarde, mucho más tarde, se llamaría Cubismo.
El arte es lo que codiciamos y lo llamamos o hacemos nuestro. Andy Warhol se introdujo en sus serigrafías inspirado quizá en la fotografía de otros medios para crear aquello que llamarían pop art. También del cómic contemporáneo se ha aplicado el pop art. También Robert Rauschenberg utilizó material reciclado para sus collages desde una manera distinta de crear Arte Pop.
Ahora estamos en tiempos del cryptoarte y este movimiento o vanguardia viene para quedarse, se ha adaptado ya. Todavía es pronto para dar un pronóstico concreto, pero puede que el arte pop y el arte apropiacionista sean sus padres, y tal vez el cryptoarte venga ya a matar el padre y a cortar el cordón umbilical de aquello que empezó en tiempos de tecnología analógica. En el transcurso de eso que llaman Postmodernidad Tardía.