De paseo por la cinemateca 2-Cecilio Olivero Muñoz

-DE PASEO POR LA CINEMATECA-

COMPARAR DOS PELÍCULAS SOBRE MÚSICOS

Cualquier comparación es odiosa, eso sin duda, salvo que en lugar de comparar se haga una crítica constructiva y rigurosa.  Dijo una vez Alex De la Iglesia que deberíamos optar por el lugar donde queramos estar, si ante la pantalla o detrás de la cámara. Pues bien, aquí tenemos esas dos opciones aunque prefiramos en nuestro caso ser meros espectadores. Dos son las películas a tratar, una es Amadeus de Miloš Forman y la otra Amor inmortal de Bernard Rose. La primera habla con un tono divertido sobre la naturaleza del Réquiem de Mozart; la otra, muy interesante y bella, trata de la vida de Beethoven. También un biopic. También se le pone talento, tanto escrito como filmado.

La cinta sobre Mozart es un deleite en vestuario, decorados o reparto. El protagonista, Mozart, interpretado por Tom Hulce, es un ser divertido que, a pesar de su corta existencia, deja una obra, entre óperas y temas musicales, buenos y de gran calidad. Es ocurrente la puesta en escena. Por otro lado el director artístico se esmeró y convirtió la cinta en una de las películas más premiadas. Nos divierte la risa de Mozart, y el espectador rápidamente se identifica con el músico, además de deleitarse con la música, las localizaciones y los decorados que están muy bien elegidos. El guion es de Peter Shaffer y resulta sin duda excelente. Consigue trasladar al espectador a la Viena de la época, hay detrás un gran esfuerzo y mucho mérito. Tiene todos los atributos, de ahí que reuniera tan tremendo palmarés. 

No menos importante resulta la película Amor Inmortal, donde el protagonista, que es Beethoven, interpretado por Gary Oldman, nos atrapa y nos lleva a lugares de la Viena y la Alemania de su tiempo con unos decorados y localizaciones gracias a los cuales el director artístico consigue un ambiente invernal. Estos dos biopic son diferentes entre sí, aunque sólo sea porque fueron distintas las vidas de los dos compositores. Cuando ves ambas películas compruebas que la vida de Beethoven es más crepuscular. Sin embargo, los comienzos de Amadeus son más deslumbrantes en decorados y localizaciones que relucen por su encanto, y por qué no decirlo, por su gran presupuesto, que difiere uno de otro, lo que tal vez incida, aunque no lo creo, en tanto premio. 

En las dos cintas se hace énfasis en los padres de ambos, el de Mozart sacrificado y cuida con empeño y severidad la carrera musical del hijo. El de Beethoven, un alcohólico del que el Beethoven niño es a todas luces víctima de malos tratos, de ahí su personalidad arisca. Los aspectos referentes a la manera interpretativa de Beethoven son distintos a los de Mozart, ya que la sordera aguda de Beethoven, su temperamento y su comportamiento de haragán esculpen un Beethoven más victimizado que lo que es Mozart, pero los padres de ambos, a su manera, trasmiten cierta apatía en las relaciones, porque en Mozart se afirma su vida sin infancia y por eso pueril, sin embargo lo que destaca el film sobre Beethoven es su invalidez del sentido del oído, algo clave para ser músico. Aun así, compuso maravillas. Sin duda, dos compositores diferentes. 

A pesar de las diferencias, los dos biopic brillan con luz propia. A quien le guste la música de estos dos compositores se verá en la dicotomía de tener que decidir qué película es mejor y en realidad las dos son de igual brillantez.  

También está el largometraje Copying Beethoven que tiene menos fuerza que las dos cintas mencionadas. Poco importan las fechas en que se filmaron y se estrenaron las tres películas. Pero Copying Beethoven en su papel interpretado por Ed Harris, donde ya nos deleitó en otro biopic llamado Pollock, aunque también lo hizo Gary Oldman en el film Sid y Nancy donde hace un buen trabajo interpretando al punk Sid Vicious.

De paseo por la cinemateca-Cecilio Olivero Muñoz

-DE PASEO POR LA CINEMATECA-

SOBRE LA PELÍCULA «ALGUIEN VOLÓ 

SOBRE EL NIDO DEL CUCO»

Es una película de Miloš Forman, director que a menudo recurre al tema de la reclusión, basada en una novela de un escritor no muy conocido, Ken Kesey. La película se estrenó en el año 1976 en España. Pero la novela es de la década anterior.

Jack Nicholson interpreta al protagonista, McMurphy. En una labor magistral, se recrea el estereotipo de un ser inadaptado. Es un outsider vicioso, mujeriego y pendenciero a quien trasladan desde la prisión donde se halla condenado a trabajos forzados al hospital psiquiátrico, con el sambenito de que no quiere trabajar. La película transcurre en un sanatorio, y, como en todos los hospitales, se vive ese ambiente tenso en cada rincón, tensión a la que te vas acostumbrando. 

Llevan a cabo una terapia de grupo donde se deja entrever cierto sesgo de temas civiles o raciales, comenzando con el propio personal a cargo de los enfermos psíquicos. Hasta que llega McMurphy y lo revoluciona todo. Como en cualquier hospital psiquiátrico, están aquellos con los que se puede hablar y los que son personas incapaces de comunicarse. Viven en su mundo y se diferencian del resto de enfermos.

Es necesario recalcar en el título de la película. Alguien voló sobre el nido del cuco. El cuco es un pájaro que se come los huevos de otros pájaros de su tamaño y los sustituye por los suyos, que son de un color pardusco, y aunque distintos al de otros pájaros, éstos no se percatan del cambiazo. 

El personaje de McMurphy sería el cuco, y ¿qué pájaro volaría tan alto como el nido del cuco? Estamos ante la posibilidad de considerarlo un pájaro de tamaño superior. 

La enfermera jefa, una mujer insensible y muy autoritaria, es la parte negativa frente a la manera de pensar del protagonista, un crápula en toda regla. La enfermera jefe es una mujer fría, soberbia y sin reparo en controlar a cada uno de los enfermos, lo que en el argot se denomina “observación”, y las enfermeras, dedicadas a dar la medicación de los pacientes y atender sus necesidades, coordinadas a los celadores, que son hombres de raza negra, custodian y vigilan a los enfermos. Hay personajes varios. Pero en el trasfondo se representa a la Norte América racial, ya que a pesar de que son de distintas razas y procedencias, el hospital acaba siendo un pequeño ghetto. El personaje nativo norteamericano es el protagonista opuesto al que interpreta Jack Nicholson.  Es Alto, fuerte y sordomudo. Al menos es lo que todos piensan. Al personaje nativo McMurphy lo denomina “el jefe indio”. Y tras involucrarse ambos en un altercado los envían a la sala de espera para aplicarles un electro shock. Debo recalcar que esta práctica aún se realiza en los hospitales psiquiátricos.

 

Cuando el nativo, al que creíamos sordomudo, le habla al díscolo y pendenciero McMurphy, le confía el secreto de su sordomudez y se deduce que es debida al hecho de sobrevivir y excluirse de la sociedad “normal”, una sociedad que lo margina. Entonces en ese momento transcurre una pequeña charla entre ambos donde el indio le cuenta que su padre era un alcohólico y que no lo dejaban tranquilo. 

El perfil de cada enfermo puede resultarle familiar al espectador, dado que hay varios estereotipos entre ellos. Algunos se han recluido por decisión propia y otros están encerrados por algún delito u otros motivos. 

La pregunta que nos hacemos es: ¿es viable la intervención por electro shock en estos tiempos? Yo creo que no, aunque se sigue practicando. Incluso la de atar a enfermos a la cama. Y otra cuestión: ¿es McMurphy víctima o realmente para él nada parece importarle? Vean el film y cuestionen ustedes mismos cada personaje. Sin duda obtendrán una buena conclusión.