Capplannetta ¿outsider or loser? Cecilio Olivero Muñoz

Martín Scorsese ha dado en el clavo tantas veces que, como a mí, le gusta indagar entre esos personajes masculinos fuera de lo normal, al borde del abismo, y con mujeres fatales que dan a esos personajes cierto aire de superhombres. Por eso dirán tal vez las féminas que resulta misógino. Yo lo que creo es que enfoca en Taxi Driver y en Toro Salvaje un excelente trabajo de hombres acabados, en los cuales la capa de héroes se les queda pequeña. Basta ya de superhéroes. Travis, el personaje protagonista de Taxi Driver, parece que va a realizar un magnicidio y al final (no quiero hacer spoiler) todos sabemos en lo que acaba. Todo aquel que haya visto la película sabe que algo va a pasar, pero no se sabe cuando. Sobre todo lo sospechamos o lo empezamos a entrever cuando el hombre negro, también taxista, le dice: – Adiós, Matador. Se lo dice después de que los demás taxistas despotriquen verbalmente sobre el barrio de los Maumau (barrio de población afroamericana). 

Después tenemos el film Toro Salvaje, que no es precisamente un cuento de hadas, y en la película, basada ésta en el libro autobiográfico de Jack Lamotta. Jack, un personaje carismático a la vez que perdedor nato, lo meten en presidio por dejar a chicas menores entrar en su local de copas. Se golpea la cabeza contra la pared del calabozo diciéndose ¿por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? Hecho que da ternura a la vez que risa debido al absurdo en el que se halla inmerso. Jack Lamotta acaba en la decadencia más absoluta. A diferencia de Taxi Driver que se nos muestra desde el principio. En Jack vemos a un ganador resbalar desde la cúspide. 

Perdonen que haya sido un tanto spoiler. Pero estas películas unidas son a la vez el hombre que es, o que se convierte, el protagonista de Cibernética esperanza. Llamado Capplannetta es todo lo contrario a cómo se hace llamar. Aunque el nombre parezca un galimatías en catalán, en realidad el personaje de Capplannetta es charneguito. Cosa que lo lleva con gracia y socarronería. Pues bien. Capplannetta en sus monólogos habituales nos enseña la cara triste de un outsider. Un personaje que por cuestiones del destino se ve arrojado en una infernal inmersión desde el nadir de la psiquiatría hasta los devaneos con la decadencia más absoluta. No quiere decir esto que este sea un loser por prescripción médica, pero se mete él solo en unos vericuetos descomunales. Y sin hacer tampoco de spoiler vemos un hombre en toda su esencia de caída a los infiernos. Como Jack Lamotta cuando éste se golpea en la pared de su celda preguntándose por qué, Capplannetta entra en devaneos entre el absurdo y su torpeza habitual. 

Capplannetta no es Jack Lamotta ni tampoco el taxista Travis. Pero la derrota de los hombres que nos enseñan estas tres historias de derrotas y absurda tragedia postmoderna es que no hay ni un solo Travis, ni un Jack Lamotta, ni tampoco un Capplannetta, que se escape del absurdo de esta vida llena de recovecos y miserias decadentes. No se escapa nadie de la decadencia. Ni el más ganador, ni tampoco el más perdedor. Nadie.

Reseña Literaria (juliana Mbengono)

Cecilio Olivero Muñoz

Cibernética esperanza 

Ediciones Vitruvio 2021

Las cosas nuevas, en ocasiones, nos causan rechazo y curiosidad al mismo tiempo, aunque sean muy buenas. Cibernética Esperanza, de Cecilio Olivero, en adelante Capplanneta, es un libro demasiado nuevo, no sólo porque lleve menos de un año desde que salió de la editorial. El contenido está estructurado y presentado de un modo muy poco habitual, tan poco habitual que el autor podría perderse buscando el hilo conductor sin darse cuenta de que ya lo tenía desde el prefacio.

Yo esperaba una “novela de auto ficción”, según la definición que hizo el autor. Pero, durante los últimos meses he estado leyendo una colección de más de 60 poemas y más de 60 relatos intimistas, sinceros y descarnados que, sin suspense ni anticlímax o clímax hacen que el lector siga pasando las hojas movido por la empatía y las emociones que despiertan las experiencias que narra el autor sin necesidad de un gran conflicto que se resuelva en las últimas páginas (igual que en la realidad, donde nadie espera resolver el mayor de sus problemas para vivir sin emociones ni desafíos, al contrario, convivimos con todo lo bueno y lo malo cada día) hasta que un día el lector llega al final y concluye que muchas películas basadas en hechos reales y muchos reportajes sobre la vida de los famosos son un montaje para vender.

En el séptimo verso del poema “Blogger nadie”, Capplanneta dice algo que ya es muy evidente: “[él escribe sobre] lo que le da la gana”. Es decir, sobre su coqueteo con las drogas durante su juventud y las consecuencias de estas en su salud y en su familia. Las otras cosas sobre las que le dio la gana escribir en Cibernética Esperanza son: su relación con internet que, si bien le hace sentirse a gusto hasta el extremo de alegrarse porque un hacker se haya metido en su sistema operativo, también le vuelve más solitario, es una tabla de salvación en la vida de un hombre cómo él; es decir, en la vida de mucha gente acosada por el tedio. Por último, está su relación de amor fallido con su exmujer y otros temas sueltos como “Los entierros sin tierra” o “Alienación y misantropía”.

Lo más conmovedor de esta colección de recuerdos-relato-poemas-reflexiones- etc. es la valentía del autor al decidir mostrarnos sus gusanos de seda, su intimidad, haciendonos pensar en la sociedad actual, fría y misántropa, después de habernos advertido que hablar de nuestras intimidades puede no ser del interés de un lector.

Posiblemente, Cibernética esperanza no es una autobiografía, pero resulta muy, muy difícil creerlo; desde el prefacio, el autor ya nos habla de sus experiencias en la niñez y en las últimas páginas, en el epílogo, nos sigue hablando de la relación con su exesposa. Tampoco es una obra de ficción, aunque el título de la primera de las cuatro secciones del libro sea “El pasado condiciona al futuro” mientras la tercera es “El futuro está escrito”.

Ficción o no ficción, novela, ensayo o poemario, o todo en uno solo, Cibernética Esperanza es una creación artística que confirma lo ya dicho: “el arte no se debe definir”. Y es que, si se tuviera que definir el arte, estaría tan enmarcado que obras como Cibernética Esperanza no encajarían en ningún cuadro cuando son uno de los retratos sociales que todos necesitamos mirar y, posiblemente, nos encontremos pintados en él de algún modo.

Recomendación literaria

Quiero recomendar esta novela que a través de su personaje protagonista Capplannetta comprobarán que la literatura tiene mucho que agradecerle bastante a Internet, y éste personaje que es testigo, dando fe de ello, demuestra que la esperanza es una forma de mantenerse vivo desde una óptica donde se entrelazan varios aspectos de nuestra cotidianidad, aspectos como las drogas, el confinamiento voluntario, las enfermedades psiquiátricas y las relaciones mantenidas por Internet, así como lo que es o significa Internet para nuestros mayores, son aspectos que se resuelven todos a la vez en esta novela.

La novela se llama Cibernétic@ Esperanza publicada en la editorial Avant y ya está disponible en todas las librerías de España y algunas de Latinoamérica. El autor se llama Cecilio Olivero Muñoz. Para más información: www.avanteditorial.com

Artículo sobre novela (Juan A. Herdi)

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Cecilio Olivero Muñoz

Cibernética Esperanza (capplannetta.com)

Senzala Colectivo Editorial

«Todo ocurre por una razón que no entendemos», afirma el narrador del relato en un momento dado, cuando ya tenemos una idea clara del camino recorrido por el protagonista, Casimiro Oquedo Medrado. Tal vez por ello, porque se nos escapa el porqué de las cosas, lo que motiva los hechos y quizá el sentido de la vida, no hay excusas o voluntad de justificarse, simple y llanamente hay una descripción de escenas que componen una vida, unos retazos que se van sucediendo de un modo aleatorio.

Tampoco hay por parte del protagonista un acto desesperado de rebeldía, no se rebela, no lanza una diatriba contra su vida ni por los hechos que se producen en ella, no hay un grito de angustia por todo ese sinsentido que le envuelve a él, a su narrador, pero también a su autor y en definitiva a todos nosotros, lectores y no lectores. Si le encierran en un centro psiquiátrico, vale; si le dan el alta y lo sacan de ahí, también vale. Así es la vida, al fin y al cabo. La vida de ahora, hay que precisar. A veces somos meras piezas de un rompecabezas que desconocemos y el componedor del rompecabezas va ensamblando las piezas que tampoco tienen un lugar único en el conjunto.

Por ello quizá haya que leer este libro -¿Novela?¿Colección de relatos o de retazos que tienen su independencia narrativa respecto al conjunto?¿Biografía?¿Confesión?¿Tratado de la realidad? Hay que recordar que estamos en el tiempo de la no definición–, porque muestra una nueva actitud ante la vida, ya no es el grito ante Dios o ante la Historia, es simple y llanamente la descripción de lo que ocurre sin más, ni siquiera hay un objetivo, o puede que el objetivo sea la propia escritura. Ya que no podemos entender la razón de las cosas, escribimos y leemos porque sí, sin más, sin ni siquiera la intención de buscar un cierto orden.

Estamos ante un nuevo modo de entender la realidad y por ende la escritura. La tecnología, sin duda, ha cambiado la forma de mirar y de sentir, nos ha individualizado aún más, pero no para ayudarnos a determinar más el yo, sea esto lo que fuere, sino para aumentar más nuestra soledad, la desnudez de nuestras vidas, la impotencia ante tanto caos. Sí, nos seguimos relacionando, es verdad que nos reunimos con otras personas para hablar de libros, de política o de fútbol, nos casamos, nos liamos, nos divorciamos, formamos familias u otras formas de relación o acabamos buscando salidas terapéuticas –psiquiatras, psicólogos, escritura, reflexión, arte–, como se ha hecho toda la vida, pero ahora todo es de forma diferente. Tal vez lo que nos falta es lo antes referido, el acto de rebeldía, ese acto de miedo o de revuelta de Caín ante su destino que, sin embargo, asume. Ya no creemos ni en la revolución, ni en la democracia, ni en la tribu, ni en nada. Estamos solos con nuestra propia soledad. Quizá nunca la soledad fue tan evidente como en nuestra época, cuando vivimos en grandes ciudades y tomamos el metro junto a miles de personas, pero cada cual atiende solo a su teléfono multifunciones. Cibernética soledad.

Tal vez por ello hay que leer este libro, el personaje que deambula por sus páginas es un reflejo de lo que somos, y esto es lo que une el relato a una luenga tradición, la de la literatura como espejo. Mientras, no es baladí, el título nos brinda la existencia de alguna esperanza pese a todo, aunque sea una esperanza cibernética.   

Capplannetta-Barcelona-Caracas (Cecilio Olivero Muñoz)

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Quiero subrayar tres rincones de Internet que son a mi parecer interesantes y están marcando (en algunos casos) tendencia, y que en otros, si no tendencia, tienen cierto interés dentro del ámbito cultural y/o literario y todo a coste cero. En principio lo que se está haciendo en temas como la literatura, el videobloging, o el vídeo ensayo a coste cero tiene dos lugares concretos en la geografía global y son Barcelona y Caracas. En el vídeo ensayo tenemos en Barcelona a la gente del CCCB (centro de cultura contemporánea de Barcelona) y su sección difundida en YouTube: Soy Cámara; vale la pena, recomiendo sus vídeos ensayos, hablan de temas de máxima relevancia cultural y sin dejar atrás la postmodernidad tardía en la que respiramos en la actualidad emergiendo desde la asfixiante chabacanería que impera en la lengua española debido a la bazofia televisiva. Tanto las conferencias (altamente recomendables), como los vídeos ensayos están elaborados por gente interesante, gente como pensadores, escritores, profesores de universidad, profesionales audiovisuales, artistas, ensayistas, poetas. Después está la gente de Play Ground, sus mini vídeos (vídeos de entre dos o cinco minutos de duración) sobre temas de actualidad han subido en nivel de usuarios en unos pocos años. Considero que están a la altura de las circunstancias y tanto política, como culturalmente, como también en temas literarios y otros temas diversos de reivindicación social como lo son la homofobia, el racismo, y la sociedad actual dentro de una estética moderna e innovadora, son un referente en el videobloging del momento que abarcan tendencia y la actualidad más relevante, lo recomiendo. Toda esta gente trabaja desde Barcelona, pero hay una ciudad caribeña que en el panorama literario están haciendo cosas interesantes, gratuitas y revolucionarias. Hablo de Caracas, capital de la República bolivariana de Venezuela, país bloqueado económicamente por Estados Unidos y Europa, país que lo tiene difícil en su día a día pero que en el tema literario están haciendo su propia revolución cultural dentro de la revolución política, que aunque no sea lo satisfactoria que quisiéramos, en el panorama literario está dando pasos de coloso. Hace unos días se celebró la FILVEN (feria internacional del libro de Venezuela) y pudimos ver a gente como el novelista José Negrón Valera, autor de la novela Un loft para Cleopatra, a la poeta Yanuva León Guzmán, autora del poemario Como decir cántaro, al novelista y cuentista Gabriel Jiménez Emán y a la gente de la Editorial El Perro y La Rana (editorial del gobierno), también a la gente de la Editorial Madriguera y a la gente de la Agencia literaria del Sur, con Dannybal Reyes Umbría como presidente y todo su equipo. En la Editorial El Perro y La Rana pueden disfrutar de un inmenso catálogo de literatura gratuita (entre éste catálogo se encuentra la novela antes mencionada de José Negrón Valera), también tienen a la Editorial Estrella Roja, con otro extenso catálogo gratuito ideal para gente de pensamiento de izquierdas. Les doy un par de enlaces : www.agencialiterariadelsur.com Hagan clic en la sección Estafeta Postal Sur, la recomiendo con efusividad. Más literatura gratuita en Venezuela: https://agencialiterariadelsur.com/doce-editoriales-venezolanas-que-ofrecen-libros-para-descarga-gratuita/